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Jaime Santoyo Castro

La doble vida

La doble vida

Jaime Santoyo Castro.

La hipocresía, la falsedad y el engaño son más comunes de lo que pensamos y ello provoca enconos, división y alejamiento entre los diversos actores sociales.

Jaime Santoyo Castro
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21 de octubre 2024

El Juez Cogan, al dictar sentencia condenatoria a Genaro García Luna, hizo referencia a una doble vida del acusado, poniendo énfasis en el hecho de que como Secretario de Seguridad del Gobierno Mexicano hacía alarde de dureza en la persecución del crimen organizado con su guerra al narcotráfico, mientras que por debajo del agua acordaba, protegía, seleccionaba y ayudaba a algunos de ellos para que desarrollaran libremente sus actividades ilícitas, a cambio de riquezas incalculables.

La “doble vida” en el mundo de la política se refiere a cómo algunos, mientras desempeñan cargos públicos, presumen ser líderes comprometidos con el bienestar social y el respeto a la ley,  pero en privado suelen estar involucrados en actividades ilegales, éticamente cuestionables o contrarias a los valores que promueven públicamente. Este fenómeno no se presenta sólo en la política, sino en muchas facetas de la vida. La hipocresía, la falsedad y el engaño son más comunes de lo que pensamos y ello provoca enconos, división y alejamiento entre los diversos actores sociales.

En el ámbito político se manifiesta desde la corrupción y el abuso de poder hasta el colapso moral en la vida personal. Algunas de las facetas más relevantes de este fenómeno son:

  1. Corrupción y abuso de poder. Para llegar al poder, muchos prometen honestidad, transparencia, combate a la corrupción y mejora de las condiciones sociales, pero ya en el cargo, sucumben a la tentación de utilizar su posición para obtener beneficios personales o enriquecerse y lo hacen de diversas maneras: Unos desviando fondos públicos para cuentas personales o utilizando contratos gubernamentales para favorecer a familiares, amigos o empresas aliadas. Otros, simulan encabezar campañas contra los cárteles de la droga y el crimen organizado, mientras se coluden y a cambio reciben sobornos, como el caso de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, recientemente sentenciado por recibir sobornos del Cártel de Sinaloa mientras dirigía la lucha contra el narcotráfico en el país.

Otros más con una doble vida, suelen crear redes de poder y protección, en las que participan otros funcionarios, jueces, policías o empresarios, perpetuando un sistema de impunidad en el que los responsables de crímenes o actos de corrupción no son castigados.

  1. Falta de congruencia entre el discurso y las acciones. La falta de coherencia entre los dichos y los hechos es otro signo de esta doble vida, pues la vida de excesos y el comportamiento privado escandaloso a menudo contradicen las plataformas públicas que promueven. Asi vemos con frecuencia a algunos políticos que públicamente defienden valores morales y familiares, y en su vida privada resultan ser abusadores, golpeadores, y deudores alimenticios, o son relacionados con actividades ilícitas o bien los vemos abogando por políticas restrictivas, como la lucha contra el consumo de drogas o la implementación de leyes morales estrictas, mientras que en su vida personal son consumidores o participan en actividades que contradicen sus discursos.
  2. Los políticos con una “doble vida” a menudo manipulan la opinión pública mediante el control de los medios de comunicación y el clientelismo. A través de estas estrategias, proyectan una imagen falsa de integridad y compromiso con el pueblo, cuando en realidad están al servicio de intereses privados o corruptos.

Mientras hablan de justicia social y equidad, se dedican a utilizar el poder del Estado para ganar lealtades políticas mediante favores personales, como la entrega de beneficios sociales o subsidios, en lugar de promover reformas estructurales para el bien común.

  1. Un aspecto fundamental de la doble vida política es la relación entre el sector público y el privado. Algunos políticos, mientras pregonan la transparencia y el interés público, trabajan en estrecha colaboración con empresas privadas para su beneficio personal, y así es común que funcionarios utilicen su poder para beneficiar a empresas con contratos gubernamentales, obtener comisiones o sobornos, o garantizar una posición privilegiada en futuras transacciones.

El fenómeno de las “puertas giratorias” es otra señal de la doble vida de los políticos, cuando pasan de posiciones públicas a privadas con facilidad, utilizando su conocimiento y redes políticas para beneficiar a compañías del sector privado, a veces perjudicando a las instituciones gubernamentales que una vez representaron.

  1. Consecuencias de la doble vida política. El impacto de la doble vida de los políticos en la sociedad puede ser devastador. No solo erosiona la confianza en las instituciones, sino que perpetúa un sistema de impunidad y desigualdad. Por unos malos gobernantes, pierden todos, incluyendo a los buenos, que indudablemente los hay.
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