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antonio sanchez gonzalez

Cada 8M

Cada 8M

Antonio Sánchez González.

¿Cómo explicar que la salud de las mujeres sigue deteriorándose? Porque las enfermedades cardiovasculares son enfermedades relacionadas con el estilo de vida.

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7 de marzo 2025

Las enfermedades cardiovasculares siguen matando a las mujeres tanto y sobre todo como siempre. Año con año, las cifras demuestran que el accidente cerebrovascular es la principal causa de mortalidad cardiovascular en las mujeres, y cada año, en nuestro país una mujer sucumbe a una enfermedad cardiovascular cada siete minutos. Los médicos, las organizaciones y colegios de profesionales de la salud y las autoridades que plantean las políticas sanitarias del país conocemos bien estas cifras. Desde hace años el país debería de trabajar para mejorar la prevención y la atención a las mujeres, que es peor que la de los hombres y año con año, las cifras en cada informe nos muestran que todavía tenemos trabajo por hacer en términos de prevención y que debemos actuar en lugar de curar. Trabajar en la prevención.

¿Cómo explicar que la salud de las mujeres sigue deteriorándose? Porque las enfermedades cardiovasculares son enfermedades relacionadas con el estilo de vida. Sin embargo, las mujeres, especialmente las jóvenes, fuman más que antes y el tabaco es el principal factor de riesgo de infarto de miocardio en ese grupo de edad. También las mujeres mexicanas están adoptando cada vez más estilos de vida sedentarios. Las mujeres hacen menos deporte que los hombres: por ejemplo, la mitad de ellas no practica los 150 minutos recomendados de actividad física semanal, que puede ser simplemente caminar. Por último, es innegable que hay un retraso en el diagnóstico en las mujeres, de modo que más de un tercio de ellas no sabe que es hipertensa o tiene diabetes o colesterol.

Por cierto, el cuidado de la salud de las mujeres también es víctima de desigualdad de género y los prejuicios persisten entre los médicos y las mujeres. Seguimos pensando que los infartos son principalmente una enfermedad masculina, o que la osteoporosis o la migraña son enfermedades de mujeres. Por lo tanto, cuando una mujer llega a la sala de emergencia tradicional de manera espontánea -y no por el 911, que su personal si está bien informado de las especificidades de género- todavía hay un retraso en la atención y luego esto conduce a complicaciones en la atención. Una mujer que ha sufrido un ataque cardíaco con frecuencia tarda en llamar a los servicios de urgencia y a veces llega a una etapa muy grave de daño miocárdico antes de llegar al hospital.

¿A qué se debe este retraso en el diagnóstico? Hay demora en la búsqueda de atención, en primer lugar, porque las mujeres se maltratan, no se cuidan. El 80% de ellas cuida de la salud de sus seres queridos, en algunos grupos sociales el 75% pospone su visita al médico cuando tiene cita y el 80% se automedica. Su salud viene después de todo lo demás porque no tienen tiempo. También están acostumbradas a sentir dolor, por lo que cuando aparece alguna dolencia no acostumbrada, la culpan al estrés o a un problema de espalda, por ejemplo, y no buscan ayuda. Así, hablando de enfermedad coronaria aguda, vemos que las mujeres llegan a los servicios médicos y de urgencias en promedio 30 minutos más tarde que los varones y a menudo han experimentado síntomas de advertencia claros durante los tres a seis meses anteriores, pero que no los han escuchado.

También es fundamental asegurar su seguimiento ginecológico a lo largo de su vida; sabemos que la salud ginecológica impacta en la salud cardiovascular. La endometriosis, el síndrome de ovario poliquístico o la menopausia antes de los 45 años son factores de riesgo cardiovascular.

Por supuesto que cada 8 de marzo hay muchos elementos de la vida de las mujeres de los que es necesario hablar, pero la sociedad en general debe exigir al estado que se ocupe de implantar políticas sanitarias que incidan en el comportamiento y el estilo de vida de las mujeres para que, esencialmente, dejen de fumar y limiten su consumo de alcohol, que aporta calorías blancas, favorece el aumento de peso, es tensiogénico y dificulta la eficacia de los tratamientos contra la hipertensión;  es necesario limitar la sal, que favorece la osteoporosis y que promueva y les facilite el acceso al consumo de alimentos que “relajen” las arterias, como las frutas y la mayoría de los vegetales. En cuanto al estilo de vida, obviamente es fundamental dormir bien, practicar actividad física a diario y socializar. Por último, en el momento de la perimenopausia y la menopausia y después, cuando cada vez más mujeres están solas, propiciar su acceso expedito al sistema de salud.

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