Logo Al Dialogo
antonio sanchez gonzalez

Más años peor

Más años peor

Antonio Sánchez González.

Los profesionales de la salud estamos examinando la disparidad entre la cantidad de años vividos y su calidad.

|
17 de enero 2025

La humanidad está viviendo cada vez más tiempo, pero ¿estamos disfrutando estos años adicionales con buena salud? Utilizando indicadores como la esperanza de vida sin discapacidad o la esperanza de vida ajustada por salud, los profesionales de la salud estamos examinando la disparidad entre la cantidad de años vividos y su calidad. En las últimas dos décadas, dicha brecha ha aumentado en 9.6 años en 183 países, según un análisis publicado recientemente en el Journal of the American Medical Association (JAMA Netw Open. 2024;7(12):e2450241). A nivel global, la esperanza de vida (72.5 años) supera en 9.6 años a la esperanza de vida ajustada por salud (63.3 años). Esta tendencia es más marcada en mujeres que en hombres, con una diferencia adicional de 2.4 años, atribuida a una mayor carga de enfermedades no transmisibles.

Aunque una mayor esperanza de vida ha sido una aspiración histórica, el reciente incremento en longevidad no ha coincidido con un aumento equivalente en la esperanza de vida libre de enfermedades. Esta brecha refleja una mejor supervivencia a condiciones agudas, resultando en un mayor número de personas con enfermedades crónicas. Esta paradoja es una consecuencia no intencionada de los avances médicos.

Entre los 183 países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estudiados, destaca el caso de Estados Unidos, donde la brecha media entre la esperanza de vida y la esperanza de vida saludable ha crecido de 10.9 a 12.4 años en las últimas dos décadas, una brecha un 29% superior a la media mundial. Aunque la esperanza de vida aumentó de 79.2 a 80.7 años para las mujeres y de 74.1 a 76.3 años para los hombres durante este periodo, la esperanza de vida ajustada por salud se mantuvo prácticamente constante para las mujeres y aumentó solo 0.6 años para los hombres. Las razones subyacentes se encuentran en el peso significativo de los trastornos mentales, relacionados con el uso de sustancias y enfermedades musculoesqueléticas. En México, la esperanza de vida apenas aumentó 2 años para ambos sexos en las últimas dos décadas, con una brecha de 10.21 años, siendo de 8.83 años para los hombres y 11.66 años para las mujeres.

La esperanza de vida ajustada por salud, basada en datos de la OMS, se calcula combinando la prevalencia de enfermedades en cada país, ponderadas según el grado de discapacidad asociada. Este indicador posibilita comparaciones internacionales, aunque presenta limitaciones relacionadas con la recopilación de datos, cuya precisión varía entre países. También plantea cuestiones sobre la interpretación de los datos, sin conocer el contexto en que se manifiestan estas enfermedades.

Por ello, los investigadores están focalizándose en otro indicador: la esperanza de vida sin discapacidad o esperanza de vida saludable. Basada en encuestas de salud, este indicador pregunta directamente a los encuestados si han estado limitados en sus actividades durante al menos seis meses debido a enfermedades. Al preguntar por discapacidad en lugar de enfermedades, se objetiva directamente la calidad de vida, diferenciando entre aquellas personas cuyas enfermedades interfieren o no con sus actividades cotidianas.

A pesar del carácter subjetivo inherente a muchos datos sanitarios, la esperanza de vida sin discapacidad resulta ser muy predictiva, especialmente respecto a la mortalidad o el uso de fármacos. Estos indicadores integran la calidad de vida y no solo la cantidad de años vividos; es un indicador dinámico, siendo más relevante observar su evolución y diferencias entre países que su valor absoluto, dadas las posibles variaciones en las encuestas.

En nuestro país, donde el aumento de la esperanza de vida ha sido menor comparado con otros países de la OCDE, las mujeres pasan más tiempo con discapacidades en esta vida prolongada, estando más expuestas a enfermedades no mortales pero altamente incapacitantes. Existen también diferencias significativas en la esperanza de vida entre categorías socioprofesionales, particularmente afectando a trabajadores manuales, quienes viven vidas más cortas y con más años de discapacidad, enfrentando trabajos arduos y dificultades económicas, factores que contribuyen a patologías y acceso limitado a cuidados de salud.

reproductor
Tik tak zac S.A. de C.V.- De no existir previa autorización por escrito, queda expresamente prohibida la publicación, retransmisión, edición y cualquier otro uso de los contenidos de este portal.