¿Un triunfo?

Juan Carlos Ramos León.
Juan Carlos Ramos León.

Tras casi una semana de tensión en nuestro vecino del norte debido a lo apretado de los resultados de su elección presidencial, por fin parece que hubo “humo blanco” y los electores norteamericanos decidieron por la alternancia para el puesto del -todavía- “hombre mas poderoso del mundo”. Este proceso fue seguido con singular interés por … Leer más

Tras casi una semana de tensión en nuestro vecino del norte debido a lo apretado de los resultados de su elección presidencial, por fin parece que hubo “humo blanco” y los electores norteamericanos decidieron por la alternancia para el puesto del -todavía- “hombre mas poderoso del mundo”.

Este proceso fue seguido con singular interés por muchos mexicanos, entre los que nos encontramos desde simples curiosos, hasta verdaderos expertos en economía y política. Pero me doy cuenta de que en muchos ha predominado la ignorancia con respecto a la ideología, sobre la cual se sustentan unas y otras plataformas políticas: la conservadora (republicanos) y la liberal (demócratas).

En México, muchas personas de corte más bien conservador celebran la victoria de Biden sin tener idea de qué tipo de convicciones representa: los demócratas son de izquierda y no ocultan sus posturas a favor del aborto y la identidad de género. Más bien, lo que nos alegra a muchos es la derrota de Trump, no la victoria de Biden, porque, por lo menos en materia del progreso en temas como la defensa de la vida y de los valores fundamentales del ser humano, a mí me parece que el pueblo norteamericano se equivocó eligiendo a quien eligió, pero allá ellos y sus cosas, nosotros los mexicanos tenemos nuestros propios problemas, y vaya que son graves.

En mi humilde opinión tal vez a los republicanos les habría ido mejor en estas elecciones con otro candidato, menos arrogante y necio. Pero, tengo que decirlo, a una nación tan grande le habría venido muy bien una continuidad en el estilo de gobierno republicano.

Ojalá que el diablo no se suelte otra vez y agarre vuelo llevando a los políticos de aquel país a tomar decisiones equivocadas y aberrantes como todas las que suelen caracterizar a la izquierda que cree que sus ideas “progresistas” hacen bien a la humanidad cuando sucede exactamente lo contrario. Tenga usted claro que todo lo que atenta contra la vida y la moral no lleva a buen puerto ni tiene su origen en el bien al que todos aspiramos. Es destructivo y peligroso. Y pasa factura. Tenga cuidado y juzgue bien.

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