Reconciliación social

Jaime Santoyo Castro.
Jaime Santoyo Castro.

Que se estableciera entre el aspirante y el electorado un programa orientado a sanar las divisiones y conflictos que tenemos actualmente en la sociedad.

Este año los mexicanos estaremos inmersos en un proceso electoral de la mayor importancia para la vida futura de nuestro país, toda vez que nos aprestamos a elegir a quien será titular del Poder Ejecutivo, y así también a quienes integrarán las Cámaras de Senadores y Diputados, que conforman el Poder Legislativo Federal. Además de ello, en nueve entidades de la República se elegirán gobernadores, y en muchos estados se elegirá a Presidentes Municipales, Síndicos, Regidores y Diputados Locales. En total 629 cargos federales y 19746 cargos locales.

En tal virtud, los aspirantes habrán de presentarse ante el electorado con la intención de convencerlo de que le den su voto a través de propuestas e ideas y todos, sin excepción, jurarán que su compromiso será siempre velar por los intereses de la sociedad, aunque a muchos de ellos ya los conocemos y aunque sabemos que no cumplen, volverán a tratar de engatusarnos.  ¿Con qué nos van a convencer? ¿Con la verdad o con la mentira?

Habrá de todo, pero en el discurso político escucharemos con resonancia las palabras que corresponden a las expectativas o exigencias de la población, en las que se comprometan con la honestidad, el combate a la corrupción, el compromiso de atender siempre las causas ciudadanas, actuar con transparencia, apego irrestricto a la legalidad, compromiso con la justicia y los derechos humanos, recuperar la seguridad y la paz, promover el empleo, establecer un sistema de salud como los mejores del mundo, énfasis en la educación, mejorar la economía social, oportunidades de desarrollo para la  juventud, combatir el feminicidio y empoderar a la mujer, etc. Promesas de rigor, que seguramente nos harán reflexionar para orientar el sentido del voto.

A mí en lo particular me gustaría que aunque fuera sólo uno, hubiera el compromiso de lograr la reconciliación social, esto es; que se estableciera entre el aspirante y el electorado un programa orientado a sanar las divisiones y conflictos que tenemos actualmente en la sociedad para promover la unidad, la armonía y la convivencia pacífica entre sus miembros. Que se combata al máximo el desencuentro social, que ha propiciado falta de entendimiento, polarización y hostilidad entre diferentes grupos o individuos, desencuentro que está devastando la confianza ciudadana en nuestras instituciones, en las autoridades y en el andamiaje legal.

Ello implica poner por encima de los apetitos de poder, los verdaderos intereses de la sociedad y superar las tensiones esencialmente políticas e ideológicas que nos están confrontando, y para ello es esencial promover el diálogo y la comprensión mutua entre diferentes actores políticos y grupos sociales, de manera tal que la autoridad, del partido que sea y del nivel que corresponda, tenga como instrumento permanente la estrategia de escuchar y considerar las perspectivas y preocupaciones de todas las partes involucradas.

Pero además de ello, la reconciliación se asocia con procesos de justicia transicional, que pueden incluir la búsqueda de la verdad sobre abusos pasados y la rendición de cuentas de aquellos responsables de violaciones de derechos humanos, y que se aclaren los asuntos que nunca se aclaran y se sancione a todos quienes han incurrido en actos de abuso de poder, corrupción, colusión, y cualquier conducta delictiva. La reconciliación social, para que proceda, debe estar basada en un firme apego a la verdad, a la legalidad y a la justicia, de manera que construya confianza y promueva una convivencia pacífica.

Eso es todo lo que pido, y no requiere de mucho presupuesto, sino de voluntad de todos los actores políticos y sociales. Si logramos la reconciliación social superaremos divisiones y conflictos a través del diálogo, la comprensión, la justicia y el perdón. Fomentar la reconciliación y reducir el desencuentro son objetivos importantes para promover la paz y la estabilidad en una sociedad. Feliz año 2024.




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