La selección de los futuros legisladores

El siguiente año, a los ciudadanos de la República nos corresponde elegir a los integrantes de la Cámara de Senadores y de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, pero también en algunas entidades como Zacatecas, habremos de elegir a los Diputados a la Legislatura del Estado, además de Presidentes Municipales, Síndicos y Regidores.

En el sistema democrático que nos rige, votar es un derecho inalienable de los ciudadanos, y si recordamos que una de las características del derecho es la bilateralidad, que consiste en que a cada derecho corresponde una obligación, ello implica que al ejercer el derecho al voto debemos cumplir con la obligación de hacerlo responsablemente, pensando en lo mejor para nuestro país, para nuestra entidad o para nuestro municipio.

Cuando se aproximan estos procesos, se acercan muchos merodeadores; como en las ferias, a ver a quien embaucan. Unos conocidos y otros, como los mercaderes, afirmando que traen las mejores ideas y propuestas para impulsarnos a la prosperidad. Unos con padrinos y otros por la libre, unos con apoyo popular por sus antecedentes en la lucha social y otros, muy populares en las redes, sin haber realizado nunca trabajo de campo. Unos con contenido ideológico y con verdadera vocación por el servicio público y otros francamente sin ideas, pero con ocurrencias populistas, guiados más por obtener fama, poder y dinero.

De todo hay en la viña del señor, y bueno, hay que reconocer que la democracia no pone cortapisas, pues el que respira, aspira; con capacidad y experiencia o sin ella.  En juego está el futuro político de los partidos, de los grupos de interés, de los aspirantes, de los gobernantes, y desde luego el futuro politico de una nación, de una entidad o de un municipio, lo que deviene en una gran responsabilidad como ciudadanos, pues votar no es cualquier cosa; es expresar qué tipo de sociedad queremos para el futuro de nuestros hijos y nietos.

Vamos a escuchar muchas promesas, quizá muchas mentiras y ofertas que no se van a cumplir, pero también vamos a escuchar verdades y compromisos factibles y que responden a nuestras exigencias. Si analizamos bien el discurso, los antecedentes, la capacidad y experiencia de o la aspirante, podemos hacer una evaluación de la propuesta más seria, y hacia ahí debemos enfocar nuestra voluntad.

Por ello deberemos poner atención en la seriedad y responsabilidad de quienes aspiren, en su preparación y experiencia para atender la problemática a la que se van a enfrentar, su conocimiento de la legislación, el sistema político, la estructura de gobierno, el Derecho, la economía, las políticas públicas y los temas más relevantes para la nación, la entidad o el municipio.

Que sean aquellos que se distingan por su honestidad e integridad, su sencillez y su capacidad para escuchar y atender a los demás; que sean capaces de comunicar de manera efectiva sus propuestas, ideas y visiones, que sean hábiles en la negociación y trabajo de equipo, que puedan colaborar y negociar con otros legisladores para lograr acuerdos y avanzar en la toma de decisiones.

Que tengan identidad con la región y con la gente a la que pretendan representar, un historial de servicio comunitario y un compromiso genuino con el bienestar de la sociedad, de manera tal que sus dichos se basen en sus hechos, pero además que sepan estimular la participación ciudadana, que se dediquen a animar a los ciudadanos a involucrarse activamente en la política y en la promoción de la verdad y la honestidad como valores fundamentales.

Que se distingan por su empatía y escucha activa: Quienes aspiren a ser legisladores deben ser capaces de entender las preocupaciones y necesidades de los votantes a través de la escucha activa y la empatía; así pueden ayudar a construir relaciones sólidas con la comunidad.

Algo de esto nos puede servir a la hora de votar, para que nuestro voto sirva a la sociedad en general y aporte al futuro de nosotros mismos.