Beatriz o Xóchitl: ¡¡Tiempo de las mujeres!!

Jaime Santoyo Castro.
Jaime Santoyo Castro.

La lucha de la mujer por dejar el confinamiento al que fue sometida, vejada, humillada y menospreciada, ha dado frutos.

No hay vuelta de hoja: La nación mexicana se apresta a inaugurar una nueva época de participación activa de las mujeres en los espacios de decisión y de conducción de los derroteros nacionales. La lucha de la mujer por dejar el confinamiento al que fue sometida, vejada, humillada y menospreciada, ha dado frutos y hoy estamos siendo testigos de los procesos preparatorios internos de los institutos políticos y organizaciones sociales para delinear a quienes coordinarán sus acciones, propuestas, estrategias, e iniciativas.

El partido en el poder, orientado por el Presidente López Obrador, anticipándose a los tiempos electorales, diseñó un plan para designar a un “Coordinador o Coordinadora de la defensa de la cuarta transformación”, que a la postre será quien represente a Morena en el proceso del 2024, y puso en juego a seis personajes, a quienes llamó “corcholatas”, y los mandó a recorrer el país para que la militancia y la ciudadanía los conozca, los vea, los escuche, y finalmente, mediante cinco encuestas, defina a quien será el o la afortunada, aunque no se ha visto piso parejo, lo que ha generado el reclamo de Adán Augusto López, Ricardo Monreal y de Marcelo Ebrard, quienes han dejado ver que de antemano, el dedo ya apunta en favor de Sheinbaum, que será ungida el seis de septiembre.

La oposición, integrada por el PAN, PRI, PRD y algunas organizaciones sociales crearon el Frente Democrático Nacional, e iniciaron también un proceso interno previo con algunas figuras destacadas de los tres partidos, que participaron en reuniones con militantes y ciudadanos, consultas telefónicas y encuestas, para elegir a quien será el Responsable para la Construcción del Frente Amplio por México, y se fueron descartando, de modo que a la fecha ya sólo hay dos contendientes, ambas mujeres extraordinarias, que comparten un origen humilde e indígena.

Una es Beatriz Paredes Rangel, priista de abolengo; inteligente y experimentada política que ha sido legisladora local, Dirigente Campesina, Secretaria de Estado, Gobernadora de Tlaxcala, Diputada Federal, Embajadora de México en Cuba y en Brasil, y actualmente Senadora de la República, con una consistente formación y conocimiento de los problemas nacionales y plena claridad de las estrategias que requiere la nación para emprender el camino al desarrollo social. Es la clase de persona que tiene todo lo que se requiere para ser una magnífica abanderada, sin pasado tormentoso, que goza de la simpatía de gran parte de los priistas, que se están moviendo en su favor y por ello en pocos días alcanzó un muy buen nivel de aceptación. A Beatriz le favorece la estructura del PRI, pero el descrédito de la marca le afecta.

La otra es Xóchitl Gálvez Ruiz, ingeniera y empresaria, que ha sido Jefa Delegacional en Miguel Hidalgo, candidata al Gobierno del Estado de Hidalgo, y actualmente Senadora de la República, cargo al que llegó con el cobijo del PAN, sin ser afiliada, y que aún con no mucha experiencia política, con su forma de ser abierta, franca, sincera, e irreverente, de ideas claras y con un gran ingenio y creatividad, ha generado expectativas entre la sociedad civil, que cansada de la corrupción y de la falta de compromiso de los diferentes partidos que han gobernado, quiere optar por ciudadanos sin partido. No deja de ser una interesante alternativa, pero que sola no podría remontar ante el electorado sin la estructura de los partidos, que tienen experiencia en los procesos.

La unión de los Partidos en el Frente Amplio por México, obedece a la intención de cautivar a la sociedad civil ante el desdoro de Morena, ofreciendo alternativas en las que se conjuguen la experiencia y la estructura de los partidos, con la exigencia y participación de la sociedad para la solución de los problemas sociales. Tarea difícil, pero posible en la medida que se conserve la unidad y a ello se han comprometido tanto Beatriz como Xóchitl. La sociedad civil puede hacer la diferencia.

Las mujeres encabezarán éstos procesos, y asistiremos a la inauguración de una nueva era política de México, en la que de una vez y para siempre se eliminen las barreras y las limitaciones que retrasaron el arribo de las mujeres a la toma de decisiones, con lo que se logrará una sociedad más justa y equitativa. ¡¡Mi apoyo es para Beatriz!!




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