

Jaime Casas Madero
La actividad académica y política de la UAZ de aquellas décadas fueron formadoras de generaciones que hoy observamos con cierta nostalgia y tristeza a nuestra alma mater.
En días recientes, fuimos conocedores de noticias que lastiman la moral e imagen de nuestra querida universidad Autónoma de Zacatecas, una UAZ, que ha contribuido de manera significativa a la sociedad y que hoy no nos debe doblegar, por el contrario, reivindiquemos que en la UAZ hay un potencial enorme en sus aulas, en su planta docente y de trabajadores, capaces de anteponernos a cualquier adversidad.
Hace algunos días platicando con algunos colegas universitarios de antaño,-que por cierto y orgullosamente siguen vigentes y dando clase de manera presencial a alumnos de nuestra querida Universidad Autónoma de Zacatecas, y comentábamos las añoranzas de los tiempos álgidos de la UAZ, no solo en materia de académica, si no política, económica y por que no decirlo, en lo social.
Y efectivamente en aquella década de los ochentas, donde ingresar a la academia e impartir clases en cualquiera de las escuelas de la UAZ era de verdad un reto que pocos superaban, pues si, había muchos filtros u obstáculos para quienes deseábamos ingresar, por un lado los exámenes de oposición por parte de cada una de las escuelas y la comisión mixta UAZ-SPAUAZ y por otro, el ingresar a un sindicato incipiente que tenia entre sus propósitos reivindicar la credibilidad y aceptación social que se originó después del movimiento que vivió la UAZ en 1977 y que se enmarcó como una de las crisis mas serias que ha registrado la memoria universitaria.
La actividad académica y política de la UAZ de aquellas décadas fueron formadoras de generaciones que hoy observamos con cierta nostalgia y tristeza a nuestra alma mater, pues como estudiantes y como docentes que fuimos durante más de 30 años, vemos, que si bien es cierto, hay un desarrollo importante en su innegable crecimiento en materia académica de infraestructura y vida administrativa, pero deja mucho que deber en lo relativo a la formación de conciencia social de las nuevas generaciones que emergen de este gran centro educativo de nuestro estado.
En Aquellos álgidos años, como olvidar aquellas asambleas generales del Spauaz donde escuchábamos a lideres que no solo transmitían y/o proponían soluciones a la problemática universitaria, si no del estado mismo, Maestros Universitarios como Jesús Pérez Cuevas, Abel García Huizar, Raymundo Cárdenas, Javier Valadez, Martin Ornelas, Francisco García González, Salvador Leaños, Luis Medina (el Oso), los hermanos Reveles Delijorje, Juan Francisco Valerio, Eligio Meza Padilla, Arturo Burnez, Lázaro Rivera, Agustín Aguilera y José Antonio Valenzuela entre muchos otros. Todos ellos, con una gran conciencia social que motivaron a muchos jovenes a ser generadores de bienestar social, de cambio y progreso para nuestro estado.
Por esos álgidos años en la UAZ, hoy hago un llamado a los nuevos docentes y alumnos de nuestra querida universidad autónoma de Zacatecas a tenernos fe y confianza entre nosotros, que seamos elementos de definición y confianza social, generadores de bienestar y progreso, que seamos creadores con el uso y aprovechamiento de las nuevas tecnologías generando transformación y cambio en nuestro entorno en beneficio de los mas desprotegidos y en general para el bien de todas las regiones de nuestro estado.
Reconozcamos que hoy mas que nunca, que nuestras comunidades y municipios de donde provenimos requieren de nuestra actitud positiva y transformadora, correspondamos al sacrificio de nuestros padres por una educación que nos genere un mejor futuro, que observemos a los estados vecinos que tienen un progreso y un desarrollo y que no debemos quedarnos atrás.
Reclamemos, exijamos y construyamos mejores oportunidades para el progreso y desarrollo de nuestra universidad y estado, formémonos de la mejor manera posible para ser detonadores de ese cambio.