

Ramiro Hinojoza Aguayo encabeza marcha de frijoleros. | Foto: Cortesía.
El Runrún de hoy, miércoles 26 de noviembre del 2025.
La protesta de frijoleros, encabezada nada menos que por el alcalde con licencia de Sombrerete, Ramiro Hinojoza Aguayo, pareció todo lo inimaginable, menos una exigencia legítima del campo y más un montaje político cuidadosamente acomodado.
La narrativa fue para aprovechar la tensión generada por la falta de apertura de los centros de acopio y catapultar la figura del edil, quien no dudó en trasladarse con un grupo de seguidores hasta Zacatecas para escenificar una presión pública contra el Congreso y, posteriormente, contra el gobernador.
El acto de arrojar frijol en el vestíbulo del Poder Legislativo fue más simbólico para las cámaras que eficaz para el diálogo institucional. Tras dialogar con algunos de los diputados, la comitiva se dirigió a Palacio de Gobierno para intentar acorralar a David Monreal Ávila, quien finalmente los atendió y firmó compromisos inmediatos.
Sin embargo, llama mucho la atención que Ramiro Hinojosa es incondicional de Chuy Padilla, diputado cercano al gobierno estatal, quien además no opera sin que su “jefe” le dé el visto y ya estaba contratado todo para brindarles desayuno, mientras se firmaban los acuerdos, los que cuales ya están previamente establecidos, sólo fue la forma simbólica.
Falta esperar que los compromisos firmados se cumplan nuevamente, porque lo que comenzó con la promesa de que el 10 de noviembre estarían abiertos los centros de acopio, ya sólo queda en eso, palabra incumplida.
Gobierno omite invitar a diputada a la mañanera por diferencias políticas
La exclusión de la petista Renata Ávila, presidenta de la Comisión de Igualdad Sustantiva de la LXV Legislatura, de la videoconferencia nacional encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum no es un simple “malentendido administrativo”.
Es una muestra más de la misoginia y las diferencias políticas que hoy caracterizan al gobierno de Zacatecas. Mientras en todo el país las y los titulares de igualdad fueron convocados, Zacatecas decidió omitir deliberadamente a la única mujer que, por ley y por función, debía estar presente.
Este acto —o más bien esta omisión— constituye violencia política en razón de género. La propia legislación establece que negar información, impedir el acceso a espacios oficiales y obstaculizar el ejercicio del cargo son formas claras de violencia.
Lo que ocurrió este 25N no sólo despoja a la legisladora de una atribución institucional; también manda un mensaje preocupante de que en Zacatecas, las mujeres pueden ser excluidas si no conviene políticamente su presencia.
La coincidencia entre la fecha —Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres— y la exclusión resulta doblemente indignante. Mientras la Federación impulsa acciones para combatir la desigualdad, el gobierno estatal exhibe resistencias que atrasan al estado entero.
Zacatecas no necesita más silencios ni omisiones, necesita voluntad política para respetar a las mujeres que ejercen el poder y la representación pública.

Tepechitlán avanza hacia la desaparición de poderes ante ingobernabilidad
La crisis política que atraviesa Tepechitlán no sólo muestra la ruptura entre el alcalde Adolfo Cortez Santillán y la síndica municipal, sino que expone, además, la ruta acelerada hacia un escenario extremo que ya se discute en voz baja en el Congreso y que es la posible desaparición de poderes.
Lo que comenzó como un desencuentro administrativo hoy tiene paralizado al municipio. Los trabajadores no han cobrado su quincena, los trámites están detenidos y las obras públicas quedaron suspendidas. El ayuntamiento está prácticamente inmovilizado.
La falta de acuerdos entre alcalde y síndica ha escalado hasta niveles que comprometen la operación más básica del gobierno municipal. Si esta semana no se logra destrabar el conflicto, incluso la seguridad pública podría entrar en paro, lo que colocaría a Tepechitlán en una situación de riesgo mayor. En ese punto, la intervención legislativa dejaría de ser opcional.
Mientras la Secretaría General de Gobierno intenta mediar, el tiempo se agota. Los ciudadanos, atrapados entre acusaciones, destituciones y escritos cruzados, observan cómo la ingobernabilidad crece sin que nadie asuma responsabilidad plena.
Si las partes no corrigen el rumbo de inmediato, los diputados no tendrán más alternativa que considerar la medida más drástica del marco constitucional, que es desaparecer los poderes para restablecer el orden. Esa es la ruta más cercana a la gobernabilidad.

La ruta sin regreso en el Centro de Actualización del Magisterio
La toma de las instalaciones del Centro de Actualización del Magisterio ha entrado en una ruta sin regreso. Cada día se suman nuevas acusaciones contra integrantes de la planta docente, configurando un callejón sin salida para las autoridades educativas. El ambiente se ha tensado al punto de que ni el Gran Arquitecto del Universo —como algunos ironizan— podría ya rescatar a los maestros señalados.
Ante esta fractura, la intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y de la Secretaría de las Mujeres resulta indispensable para que la Fiscalía General de Justicia actúe con celeridad y deslinde responsabilidades sin presiones.
Mientras tanto, dentro de la estructura educativa se analiza seriamente quién será el responsable que cargue con los errores, hubo quien minimizó las quejas y falló en recomponer la confianza de las estudiantes. El reloj corre, y el retorno parece imposible.
Runrunazos
La visita del obispo Sigifredo Noriega Barceló a los trabajadores de Fresnillo PLC recuerda la profunda dignidad que encierra el trabajo minero. Al reconocer su labor como fundamento histórico de la comunidad, el prelado puso en valor no sólo el esfuerzo físico, sino el significado humano de sostener a las familias. Su llamado a cultivar la esperanza y fortalecer los lazos afectivos reivindica la importancia de acompañar espiritual y emocionalmente a quienes enfrentan jornadas exigentes. Un gesto oportuno que fortalece identidad y comunidad.