¿Se acuerda? Yo sí

Raúl Muñoz del Cojo.
Raúl Muñoz del Cojo.

Hace algunos días los presidentes de Asociaciones de Hoteles de México tuvimos una reunión virtual con Miguel Torruco, secretario de Turismo Federal, quien nos presentó el trabajo que la dependencia hará, con la ayuda de Visit México, para apoyar a la industria turística después de la pandemia. Además, se nos informó el cambio de fecha … Leer más

Hace algunos días los presidentes de Asociaciones de Hoteles de México tuvimos una reunión virtual con Miguel Torruco, secretario de Turismo Federal, quien nos presentó el trabajo que la dependencia hará, con la ayuda de Visit México, para apoyar a la industria turística después de la pandemia. Además, se nos informó el cambio de fecha del Tianguis Turístico y se nos compartió la versión digital del mismo, tema que comenté en columnas anteriores.

Días después, Torruco da nota explicando que Sectur no estará encargada de la reactivación de nuestro sector ya que su trabajo sería diseñar los lineamientos de sanidad en conjunto con la Secretaría de Salud para la apertura gradual de la actividad económica. En dichos lineamientos trabajarían con los gobiernos estatales y las organizaciones de empresas turísticas del sector privado.

Hasta hace poco anunció con bombo y platillo que regresan a nuestro país los fines de semana largos, dado que pueden movilizar a cerca de 5 millones de personas, dándole un respiro a las aerolíneas y a los hoteles, dejando una derrama importante en los destinos.

Vi en la prensa que buscaría negociar con el secretario de Educación y con los trabajadores de este gremio el regalo de dos días para que se tuvieran en lo que resta del año dos fines de semana de estas características. Me sorprende que en sus declaraciones comente que habló con el presidente de México, que lo convenció y que no se modificaría la Ley Federal del Trabajo, por lo que los fines de semana largos seguirán vigentes. Qué casualidad, ¿no?

Estoy seguro que mi problema personal con el Gobierno Federal actual radica en mi memoria, y como la tengo activa, recuerdo perfectamente bien todas las ocurrencias del presidente en las que incluyó quitar los puentes… por allá del 5 de febrero. Recuerdo muy bien que Torruco no hizo nada para evitarlo, y por si fuera poco, propuso que se dieran los días de asueto en otros días y con diferentes fechas. Me extraña que ahora que esperamos otras noticias salgan con refritos, y lo peor, que nos crean tan inocentes del cómo se puede convencer al presidente.

Señor secretario, considero que sería de suma importancia que también convenza al presidente de la importancia del turismo en nuestro país, ya que sin ser pesimista y de manera muy honesta, este verano que está por llegar será muy pobre. Probablemente hasta diciembre se estará acomodando el mercado del turismo nacional y no en su totalidad, punto que afectará al PIB turístico con una caída estimada de más del 20%.

Qué pena que a estas alturas nuestros funcionarios de primer nivel sigan solapando las tonterías del presidente, las cuales nacen de “alumbrones” en las ruedas de prensa mañaneras. Estoy seguro que usted recuerda las críticas que escuchamos por más de 12 años en las campañas del señor López, donde el crecimiento del PIB era un dato que le refutaba a los expresidentes, y ahora, ante su fallida estrategia, no sea tema de importancia.

A estas alturas ya no sé si reírme o quejarme de la posición tomada por los diputados, senadores y políticos de primera línea del bando gobernante, los cuales hace algunos meses ponían el grito en el cielo por la militarización de la policía, así como la corrupción y las ofensas del gobierno de Estados Unidos a nosotros los mexicanos. Y ahora, aplauden o solapan con un descaro sin igual las ocurrencias presidenciales.

Por si le falla su memoria, le recuerdo que la Guardia Nacional está desplegada en las fronteras para evitar el tránsito de migrantes por México a solicitud del presidente Trump. Qué pena escuchar las críticas del canciller Ebrard hacia el muro, para que al final los que terminamos haciéndolo seamos nosotros. Qué vergüenza que los abrazos no disminuyeron la delincuencia y se tuvo que regresar a los militares a las calles, es absurdo escuchar en sus discursos temas como el de la corrupción cuando por ordenes presidenciales tienen a Bartlett en las primeras esferas políticas del país.

Qué pena que en vez de invertir en salud y apoyar al país en su recuperación económica, sigan tirando el dinero en Pemex, en sus absurdas obras farahonicas y en becas que lo único que hacen es empobrecer más a los mexicanos. Qué pena que los cambios de carácter causados por lo senil del gabinete nos estén poniendo ante el mundo como un país con poca seriedad para negocios. Qué pena del México que están haciendo para las nuevas generaciones.

Y regresando a mi memoria turística, recuerdo a Torruco como un promotor incansable, el cual cuando las cosas no le favorecían, hacía de la prensa su aliado y gritaba a los cuatro vientos sus inconformidades. Qué pena que ahora sea una veleta que sin dignidad alguna cambia de dirección al menor soplido presidencial.

Qué pena la manera en que vive su sueño de ser secretario, qué pena que aparte de no hacer nada, esté acabando con el turismo de nuestro país. Qué pena que por conservar un puesto, uno tenga que olvidarse de ideales y metas personales. Qué pena que así de podrida esté la política en nuestro país. Qué pena que nuestra memoria sea tan corta. Qué pena lo que nos está tocando vivir en México.

¿Se acuerda? Yo sí.

Hasta la próxima.

Presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de Zacatecas (Amhmzac)

[email protected] | @rmunozc1970




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