Apreciaciones y redes

Raúl Muñoz Del Cojo.
Raúl Muñoz Del Cojo.

Después del circo en el que vivimos en estos tiempos gracias a las ocurrencias presidenciales, ya no deberían de sorprenderme las puntadas que sacan y como las anuncian los aprendices políticos del populismo actual. Si bien Twitter como red social parece un patio de escuela secundaria donde todo mundo se pelea sin reglas y ataca … Leer más

Después del circo en el que vivimos en estos tiempos gracias a las ocurrencias presidenciales, ya no deberían de sorprenderme las puntadas que sacan y como las anuncian los aprendices políticos del populismo actual. Si bien Twitter como red social parece un patio de escuela secundaria donde todo mundo se pelea sin reglas y ataca sin piedad alguna, es el foro ideal donde uno puede hacer del conocimiento de los demás ideas y pensamientos momentáneos.

Es entretenido seguir a personajes diversos de nuestra sociedad donde se nota que algunos por ganar “likes” o seguidores, tienen debajo del lugar donde se inspiran el convenio de venta de su alma por causas totalmente irrelevantes. Si le gustan los deportes por ejemplo, usted rápidamente se puede dar cuenta de la línea editorial que manejan en su medio y sobre todo para esas escasas neuronas no existe otra cosa más que el fútbol.

Dentro de los periodistas que twittean de política también es claro ver quienes están a favor o en contra del sistema pero sobre todo, se ve línea de a los que para agradar, solo halagan las acciones presidenciales sin criterio personal alguno. En la otra mano tenemos a los que están en contra y esperan cualquier decisión para hacer leña del árbol caído. La realidad es muy simple, es muy difícil encontrar un término medio en la mayoría de las opiniones que leerá allí. Sabias palabras de mi abuela “de todo hay en la viña del señor”.

Los que si no tiene perdón son los que olvidándose de toda dignidad se han dedicado a alabar por esta red al presidente en turno, donde sin duda y dejando como testigo sus pensamientos por escrito, juran que tendrán su trabajo político asegurado.
Van varios días en que el tema del Tren Maya se toca gracias al cambio de ruta no programado, mismo que causó una deforestación importante y según veo se tomó esta determinación para que se pueda terminar a tiempo, así los manotazos y caprichos presidenciales. Veremos en un futuro muy cercano lo mismo en lo referente al aeropuerto de Santa Lucía.

Regresando al tema ferroviario y tal vez para no quedarse fuera de la sinergia que este produce, leí un tweet de Miguel Torruco Garza, diputado federal e hijo del secretario de turismo actual que critica el nepotismo duramente (en las mulas de su compadre) donde anunciaba que estaban cerca de hacer realidad el regreso de los trenes de pasajeros a nuestro país. Su mensaje iba acompañado de un mapa con las rutas y kilómetros de las mismas alcanzables hasta 2050.

Quiero dejar claro que no critico la intención, critico la premura de un anuncio que depende de miles de factores. Vimos lo que ocurre con el tren que va de Toluca a CDMX y con el mismo Tren Maya. Actualmente y hasta donde tengo entendido funcionan dos trenes de pasajeros con fines turísticos, uno El Chepe y los que van de Guadalajara a Tequila en Jalisco.

La historia del ferrocarril en nuestro país no es nueva ya que comienza en 1837 cuando el presidente Anastasio Bustamante le otorgó a su ministro de hacienda Francisco Arriaga la construcción de la primera línea ferroviaria de nuestro país que pretendía conectar a Veracruz con la Ciudad de México a un costo estimado de 6.5 millones.

Entre 1849 y 1850 se trató de construir una ruta interoceánica entre Sonora y Chihuahua, misma que suprimió Antonio López de Santa Anna. En 1856 el presidente Comonfort otorgó una concesión para construir la línea de la capital nacional al puerto de Veracruz, con la que se puso al año posterior el tramo de México a la Villa de Guadalupe.

Fue hasta 1873 cuando se vio correr el primer tren de la Ciudad de México hasta el Puerto de Veracruz. Tuvieron que transcurrir casi 4 décadas para que se viera este sueño en 423 km de vía. Con este medio de transporte se pensaba sustituir las carreteras y las mulas que recorrían estos trayectos. El camino interoceánico que conectaba el centro del país con los puertos de Veracruz y Acapulco fue finalmente favorecido con salidas regulares de trenes por la empresa Ferrocarril Mexicano, donde a la fecha y con algunas modificaciones esta parte del sistema ferroviario está aún en servicio.

Creo no se podría hablar de la revolución Mexicana sin la presencia de los trenes en los que hicieron historia los soldados y sus Adelitas quienes recorrían de esta forma el territorio nacional.
Posterior a estas épocas nacionales no sé qué pasó con nuestro sistema ferroviario, mismo que dejó los pasajeros cambiándolos en su mayoría por carga. Actualmente bien valdría la pena analizar el sistema de trenes europeo que conecta a los países con un servicio excelente.

En América del Norte el sistema de trenes Canadiense y Norteamericano es también de muy buena calidad y se premia a los pasajeros con comodidad y amplitud. Cabe mencionar que las estaciones de ferrocarril en estos países se encuentran dentro de las ciudades, punto que los hace mucho más eficientes a la hora del costo del traslado del cliente a su destino final.
Sin duda el ver el futuro de esta forma me gusta, lo que el diputado no contempla es que en el camino se puede topar con otro Mesías que tire a la basura lo realizado, solo hay que ver la historia del NAICM. Hasta la próxima.




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