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Opinión

¿Violencia política de género en la cámara de las diputaciones?

¿Violencia política de género en la cámara de las diputaciones?

Opinión José Antonio Rincón

Nuestra constitución protege con inmunidad procesal, que no es en razón de fuero ni una túnica de impunidad.

José Antonio Rincón
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2 de abril 2025

En la legislatura que se esperaba fuera la más feminista, los machos doblaron a las diputadas. La paridad no es garantía de nada.

No han llegado todas como dice la presidenta. Un considerable grupo de legisladoras oficialistas fueron forzadas a votar a favor del machismo. Y para las que votaron en contra, su líder las ofende y se mofa al llamarlas heroínas temporales, es decir que no valen nada, que son efímeras y sin esencia.

El feminismo está de luto.

Nuestra constitución protege con inmunidad procesal, que no es en razón de fuero ni una túnica de impunidad, a ciertos altos funcionarios para que durante su desempeño no sean reconvenidos, porque no se puede negar que en la arena política el canibalismo está presente y la lucha por el poder no conoce linderos.

No es fuero, propiamente hablando, sino una inmunidad procesal que rige sólo en el ámbito penal, para que el funcionario que de esa protección goza no pueda ser llevado a juicio, sin ser despojado de ese manto temporal.

La cámara de diputados tiene como facultad exclusiva determinar si procede o no separar del cargo al funcionario para que enfrente su juicio.

La fuerza de la declaratoria de la cámara para que se proceda o no, carece de categoría de sentencia condenatoria o absolutoria, esto sólo compete a un juez.

Al ser un órgano político, en la cámara afloran los intereses de ese tipo.

Lo resuelto a favor del exgobernador de Morelos y diputado oficialista, tiene muchas lecturas que pueden desprenderse de los antecedentes del imputado por violación.

La acusación es grave y la decisión de la cámara acusa un tremendo desaseo y lo más terrible es que los liderazgos de la bancada oficialista pusieron de rodillas a muchas de sus legisladoras que gritaban en contra de Blanco Bravo. ¿Violencia política de género?

La ahora presidenta arrastra viejos pleitos con el fiscal ya defenestrado a quien sigue llamando corrupto y deja entrever que el proceso seguido contra el llamado Cuauh fue una venganza. Por tanto, debe estar complacida con lo resuelto por la cámara, porque de otra forma era de algún modo dar razón a su adversario. Desde luego nunca apoyó abiertamente a la gloria del futbol nacional, porque se hubiera visto incongruente con las mujeres, que por cierto como se lo han gritado, no llegaron todas.

Otra cuestión nada menor, es entrever que algo grande adeuda el oficialísimo al diputado Blanco Bravo, cuyo carácter violento es de sobra conocido.

Los votos de la oposición que ayudaron al salvamento, también tienen lecturas.

Particularmente se pone acento al apoyo del PRI, que dio origen a un renacimiento del llamado primor, hecho negado rotundamente por la presidenta. Pero quizá no sea tan difícil saber la razón de esos votos.

La razón se puede encontrar en que también tienen en capilla al polémico Alito, así que si se activa el procedimiento los tricolores cobrarán a favor de su líder.

Los legisladores priistas zacatecanos Fuensanta Guerrero y Miguel Alonso votaron a favor del presunto violador. De Alonso, pues, si no justificable, se entiende, por aquello de que se quiera fincarle responsabilidad penal por las acusaciones de corrupción que aguardan en la dormición.

Y de la bancada morenista de nuestro estado no se diga. Todos en bola.

Jovana de la Torre salvó la honra.

Cuauhtémoc Blanco Bravo con un triunfo amargo prometió presentarse a enfrentar, pero sin pedir licencia a su diputación, como sería lo honesto. Así que su presentación en la fiscalía es acto mediático y político, pero sin consecuencia jurídica, porque continúa con su manto protector, incluso aunque pidiera licencia.

Cosas veredes, pueblo amigo. ¿Y cuantas más de esas faltan?

Nos quedamos con la triste y decepcionante defensa de la diputada, ex ministra y feminista doña Olga Sánchez que parafraseó la ley al decir que debe privilegiarse la inmunidad de Cuauhtémoc, porque es inviolable en sus opiniones. Eso es parafrasear, no argumentar, aunque no se le acusa de opinión, sino de que intentó violar a una mujer, con las agravantes de que era el gobernador y hermano de la presunta víctima.

¿Dónde quedó pues el juzgamiento con perspectiva de género y de inicio creer a la presunta víctima de un delito sexual? La ex ministra nos debe un tratado sobre el particular.

También la ex ministra olvidó la construcción de la prueba presuncional, reina en la investigación de un delito de índole sexual.

Van estas presunciones:

El relato detallado de la presunta víctima.

El inculpado no niega que la presunta víctima estuviera en la casa de gobierno donde el departía a altas horas de la noche regadas de alcohol, más bien acepta esos hechos de manera implícita.

Tampoco niega que había más gente en una más de sus francachelas.

Y aunque niega los hechos que se le imputan, deja de señalar que móvil motivaría a su hermana para fincarle tamaña acusación.

Esos indicios son más que suficientes para separar de su cargo al inculpado y que se profundice en la investigación, con declaración de testigos, inspecciones del lugar, etc.

La justicia fue expulsada de la casa del pueblo.

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