Señor diputado

El 29 de agosto del año pasado, la Cámara de Diputados abrió sus puertas a los 500 diputados que integrarían la nueva Legislatura, aquel día, 13 ciudadanos nacidos en suelos zacatecanos tomaron formalmente protesta como diputados federales.

Entre aquellos 13 diputados, iba un joven, un maestro, que para muchos era tal vez desconocido y es que cuando hablamos de un diputado federal estamos acostumbrados a escuchar los mismos apellidos, o que el diputado es el exsecretario, el exembajador o el hijo o esposa de algún otro.

No fue el caso de Oscar Novella, él no llegó por la complacencia ni de gobernadores, ni de importantes senadores, ni de millonarios empresarios, él llegó por ideales, por congruencia.

Oscar es, pudiéramos decir, el milagro del sistema democrático nacional, es el ciudadano de a pie que no tuvo que vender su alma al diablo.

Escribo sobre Oscar porque pude ser testigo de primera mano de la historia del hoy diputado federal. A Oscar, “El Negro” como lo apodaban, yo lo conocí hace ya varios años atrás, cuando era estudiante de Psicología Social en la Universidad Autónoma de Zacatecas. A Oscar lo encontrabas en marchas de “yo soy 132” o repartiendo volantes en la Alameda de Zacatecas.

En aquellos tiempos Oscar era para muchos un rebelde, un simple estudiante idealista y soñador. Oscar siguió su camino, se graduó de la licenciatura, empezó a trabajar como profesor del COBAEZ y se casó con su esposa Zaira Olivas, tienen una hija pequeña.

Pero nunca dejó de lado sus anhelos de hacer política limpia, consciente, honesta. Son conceptos y palabras que como ciudadanos nos cuesta creer, sobre todo cuando las leemos en algún medio de comunicación, pero esta vez las palabras hacen honor al mérito.

El día de hoy viernes 20 de septiembre Oscar regresa a Zacatecas a dar su primer informe de actividades, la cita es en el foyer del teatro Calderón a las 5:30 de la tarde.

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