Se viene la hora

Que la solución sean más errores y peores abusos no tiene sentido alguno. Y es que López Obrador y sus huestes no sólo no están resolviendo los problemas que se comprometieron a atender, sino que los están empeorando. Por si fuera poco, están creando otros que antes no teníamos. Al principio, parecía que se trataba … Leer más

Que la solución sean más errores y peores abusos no tiene sentido alguno. Y es que López Obrador y sus huestes no sólo no están resolviendo los problemas que se comprometieron a atender, sino que los están empeorando.

Por si fuera poco, están creando otros que antes no teníamos. Al principio, parecía que se trataba de un error de diagnóstico: como no comprendían las causas de nuestros males, no atinaban en su remedio.

Ahora queda claro que se trata simplemente de mala voluntad.

Lo que pretenden es destruir el país como mecanismo para perpetuarse en el poder. Su lectura es simple: si fue el deterioro ocasionado por las malas administraciones del pasado las que nos permitieron ganar, entonces, perpetuemos y profundicemos ese deterioro, al fin, siempre podremos echarle la culpa a los “neoliberales” y “conservadores”.

Prenden fuego para luego llegar, disfrazados de héroes, con su manguera. Mientras el país se sigue desangrando por la violencia, esa con la que tanto mercaron electoralmente, se dan el lujo de eliminar las restricciones destinadas a impedir el lavado de dinero, al obligar al Banco de México a comprar dólares en efectivo. Y ni hablar de sus evidentes preferencias por ciertos cárteles de la droga, a los que no sólo no tocan, sino que hasta se les cuadran.

La quiebra, en el último año  y medio, de la quinta parte delas micro, pequeñas y medianas empresas, que ha condenado al desempleo y a la pobreza a, por lo menos, otros 10 millones demexicanos, se debió a la falta de apoyo real del gobierno federal y no a otra cosa. Pero esa tragedia les viene como “anillo al dedo” porque les permite vender sus programas asistenciales como la solución.

Tenemos, por eso, que impedir que su plan perverso de hacerse del poder absoluto se concrete.

Se aproxima a toda velocidad un 2021 que será decisivo para el destino de México.

Está en las manos de la mayoría impedir que se salgan con la suya.

Necesitamos demostrar a la ciudadanía, con hechos, que, además de energía, tenemos las mejores propuestas para el futuro próspero que tanto anhelamos.




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