Saludables diferencias, saludables coincidencias

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

La conferencia matutina del 22 de julio de Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, constata la renovación de la interlocución entre los organismos del sector privado y el gobernante, usados como abajofirmantes cada vez que se les necesitaba, los organismos empresariales fueron integrados a un régimen de monopolización creciente de la economía y … Leer más

La conferencia matutina del 22 de julio de Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, constata la renovación de la interlocución entre los organismos del sector privado y el gobernante, usados como abajofirmantes cada vez que se les necesitaba, los organismos empresariales fueron integrados a un régimen de monopolización creciente de la economía y a una subordinación política a un poder que hizo de la corrupción su herramienta de control.

La reforma al esquema pensionario de las afores es fruto de entendimiento entre los actores de la economía y los representantes de los trabajadores; acudieron lo mismo el jerarca del Consejo Coordinador Empresarial que el de la CTM: el acuerdo muestra la irrelevancia de los que desde los medios de comunicación se venden como voceros de un sector privado que no requiere intermediarios y que rápidamente entendió que la relación con el poder es dinámica y empedrada de coincidencias y diferencias en aras de lograr lo posible en aras de lo deseable, como se dijo allí.

¿Todos los de la iniciativa privada piensan igual del presidente? ¿En todo coinciden los organismos empresariales con el presidente? Evidentemente que en el México que emerge habrá coincidencias y diferencias, estiras y aflojas, períodos de gran colaboración y períodos de rispidez y en unas cosas ayudando y en otras estorbando ¿Eso es novedad? De ninguna manera, lo novedoso es que ahora se abandona la escuela política de la hipocresía.

Hay un dicho que describe al político tradicional: “En política los amigos son de mentiritas y los enemigos son de verdad” esta terrible proclamación de miseria humana en la actividad política es el fundamento de la insoportable soledad existencial del político que dedica gran parte de su tiempo a convivir con “amigos de mentiritas” y a guerrear con “enemigos de verdad”, quizás y solo quizás, busquen llenar esa vacío con dinero y poder aunque eso los hunda más en el pozo de la soledad entre multitudes.

El presidente hizo saber que en su gabinete hay diferencias ¿Conoce el lector algún gabinete de gobiernos estatales o municipales dónde no existan diferencias? Con eso de que la ropa sucia se lava en casa, las diferencias oficialmente no existen y las patadas son debajo de la mesa. El presidente manifestó que el secretario de Comunicaciones y Transporte no comparte la decisión presidencial de que la Secretaría de Marina controle los puertos y no por eso le pide la renuncia, respeta su libertad de manifestar su desacuerdo, lo inusual no es la diferencia sino el reconocimiento de que ésta es legítima.

López Obrador no es el primer presidente que está insatisfecho con las fracciones parlamentarias de su partido, pero es el primero que les reclama en público su falta de compromiso con la agenda del país. Otros en su lugar inducían por debajo del agua las renuncias “por motivos de salud”. Se trata de un paso firme a la recuperación de la política como noble actividad humana en la que los amigos no sean de mentiritas y los enemigos no sean de verdad sino simples adversarios.

Doctorados en simular

El reconocimiento de que las diferencias de criterio son naturales y legítimas y que las mismas son la materia prima de la política es especialmente importante en estos tiempos complicados, cuando hay una clase política tradicional repartida en todos los partidos que se doctoró en simulación fingiendo combatir la corrupción, intelectuales disfrazados de pensadores independientes, caciques con discurso de demócrata. El que verdaderamente quiere conocer al político lo evalúa por lo que hace en relación a lo que dice, nunca solamente por lo que dice.

Se volvió rutina conservar el sistema de corrupción castigando un pez gordo. Emilio Lozoya es candidato ideal para que juegue el mismo papel de un antecesor en el cargo: Jorge Díaz Serrano condenado a prisión mientras no solamente se preservaban las redes de corrupción en Pemex sino que llegaron a extremos de disponer de un piso completo para vigilar el trasiego de la gasolina robada.

Hora de cambiar

En las propias filas del presidente de la República hay quienes lo dejan solo en su política de moralizar la relación entre el poder público y el periodismo, por eso es tan normal conocer que el mismo que vomita odio contra López Obrador y Morena, es sumamente comprensivo con políticos de la “Cuarta Transformación” con disponibilidad de dinero público, ¿Ya no hay chayotes desde el Senado, la Cámara de Diputados, presidentes municipales y gobernadores de la #Cuarta Transformación? No tardaremos en saberlo.

La clase política zacatecana está peor porque ni a pez gordo en desgracia llega, el desmantelamiento de las redes locales de corrupción será tarea que puede comenzar en 2021 o postergarse trágicamente.




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