Heliocentrismo. . . (III)

Hasta hace casi unos 500 años, la idea imperante era el modelo geocéntrico. El planteamiento de Copérnico no se tomó realmente en serio hasta que, casi 100 años después de su muerte, Galileo recopiló observaciones a favor del «heliocentrismo.

El 9 de abril de 1633 el científico italiano Galileo Galilei (1564-1642) compareció, a la edad de 69 años, ante el Santo Oficio, la Inquisición romana, para explicar un libro que había publicado un año atrás, el Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo, en el que asumía la postura de defender el modelo heliocéntrico propuesto por Copérnico. En él planteaba que la Tierra y los planetas giraban alrededor del Sol, y ridiculizaba el geocentrismo, que colocaba a la Tierra en el centro fijo del universo, el que mejor encajaba con las Sagradas Escrituras. Hoy en día nadie niega el modelo heliocéntrico, pero en esos tiempos ir en contra de las teorías de la Iglesia era poco menos que ir en contra de la voluntad de Dios, lo que significaba duros castigos.

La Inquisición obligó a Galileo a comparecer acusado de que en su libro se encontraban ideas heréticas, ante la falta de pruebas concretas se le obligó a confesar bajo la amenaza de que si no lo hacía sufriría torturas. El 22 de junio de 1633 el tribunal inquisitorio sentenció a Galileo a cadena perpetua y después de leer la sentencia se le pidió que se arrepintiera de sus ideas herejes; enseguida Galileo aceptó retractarse por lo que el papa le cambió la prisión por arresto domiciliario de por vida, por lo que debió de vivir el resto de sus días en la villa Arcetri en las afueras de Florencia, en ese lugar fue donde pronunció su famosa frase: «Eppur si mouve», sin embargo se mueve.

Cuatro siglos después los historiadores no logran ponerse de acuerdo acerca de las intenciones reales de Galileo. En la fecha en la que Galileo se enfrentó a la iglesia a causa de defender el modelo de Copérnico, este modelo ya estaba instaurado en otras universidades de países católicos, donde se enseñaba como un modelo más, es el caso de la Universidad de Salamanca, donde se comenzó a enseñar el modelo heliocéntrico de Copérnico en 1564.

En lo que si prácticamente todos los historiadores parecen estar de acuerdo es que el propósito de Galileo era el de conseguir, no que la iglesia tolerara el modelo heliocéntrico, sino que además lo adoptara como verdadero. Como creyente, quería que la Iglesia no tuviera tropiezos y buscara adaptarse a los cambios y a las evidencias existentes, y que no fuera un problema que estas nuevas afirmaciones entraran en contradicción o discordancia con la Biblia.

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