Con . . . Ciencia. R=D y S=A

“Cincuenta y tantos, cuerpo y mente en forma, aunque el tiempo siga pasando” es el título del libro cuyo autor el Dr. Juan Hitzig plantea que los seres humanos alrededor de la edad de cincuenta años nos encontraremos con un momento crítico en nuestras vidas en el que se define la manera en que envejeceremos.

Hitzig es profesor de la Universidad de Maimónides en Argentina, y en este libro reúne experiencias y observaciones que ha realizado a lo largo de su trayecto académico, lo que le permite transmitir ideas y conclusiones que ayudan a los lectores a tener acceso a una vejez saludable.

Las investigaciones del Dr. Hitzig, se sustentan en el estudio de aspectos biológicos, sociológicos, psicológicos e incluso espirituales y como resultado presenta una manera de enfrentar los siguientes años (después de los 50) que permitirá detener el envejecimiento y renovar con inteligencia la segunda mitad de la vida como seres humanos. El Dr. Hitzig afirma con humor: “El cerebro es un músculo fácil de engañar, si sonríes cree que estás contento y te hace sentir mejor”.

Hitzig considera que nuestros pensamientos son un evento que produce energía en una realidad intangible, pero que de manera instantánea se convierte en una emoción, un movimiento de neuroquímica y hormonas que cuando es negativo colapsa nuestro organismo físico y se manifiesta en forma de malestar, enfermedades e inclusive la muerte.

Con el tiempo, el DR. Hitzig ha elaborado su interesante alfabeto emocional en el cual clasifica a las conductas en R y S y a sus respectivas actitudes en D y A

Los pensamientos negativos conducen a las conductas R: resentimiento, rabia, reproche, rencor, rechazo, resistencia, represión. Todas estas conductas generan estrés que a nivel fisiológico tiene relación directa con la hormona de cortisol y cuya presencia permanente en la sangre causa daño en el tejido arterial y las células cerebrales, esto trae como consecuencia un aumento en el riesgo de padecer enfermedades vasculares.  Las conductas R están asociadas con actitudes D: Depresión, desánimo, desesperación, desolación.

Por otro lado, los pensamientos positivos llevan a conductas S: serenidad, sociabilidad, sabiduría, sueño, sexo, seducción, sonrisa, sabor, silencio. Todas estas conductas generan en el organismo la hormona serotonina que es un potente neurotransmisor que mejora en mucho la calidad de vida, regula el estado de ánimo, evita la depresión, reduce la agresividad y regula el ciclo del sueño. Todas estas conductas producen que se reduzca el envejecimiento celular lo que hace que de manera natural se generen actitudes A; amor, amistad, aprecio, acercamiento, ánimo.

De esta manera, de acuerdo con los resultados de las investigaciones del Dr. Hitzig, los seres humanos no debiéramos permitir que las quejas y los pensamientos negativos nos dominen porque generan cortisol. Todo lo contrario, debemos enfocar nuestra atención en los aspectos positivos de cualquier situación de nuestro trayecto vivencial, con esto aseguramos la generación de serotonina.

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