Con… Ciencia. Katalin Karikó

La doctora en bioquímica estudió la actividad antiviral de segmentos cortos de ARN.

De formación bioquímica, nació en 1955 en Szolnok, Hungría. Se graduó en biología en 1978 y completó el doctorado en bioquímica en 1982 en la Universidad de Szeged, en su Hungría natal. Fue contratada para ocupar un puesto en el Centro de Investigación Biológica, donde estudió la actividad antiviral de segmentos cortos de ARN, ahí fue donde comenzó sus investigaciones sobre nucleósidos modificados, un tipo de ARNm sintético.

En una entrevista mencionó que junto con sus padres vivía en una casa muy sencilla en donde su familia no tenía acceso a bienes básicos como agua, electricidad o un refrigerador, “no me di cuenta de cuántas cosas no teníamos, porque los otros vecinos tampoco las tenían”, además mencionó que le ayudaba a su padre en su negocio de carnicería preparando embutidos; desde temprana edad encontró interés por la ciencia y la naturaleza, lo que más le gustaba eran las plantas.

Un día en el centro de Investigación Biológica conoció al químico Jenö Tomasz que era propietario de un laboratorio de ARN, desde ese momento su vida se transformó y todos sus esfuerzos y sus investigaciones se enfocaron en conocer más acerca de este ácido ribonucleico y en cómo podría ser utilizado para otorgar al organismo humano efectos antivirales. Sin embargo, los métodos que obtuvo como resultado de sus investigaciones, no eran posibles de aplicar para uso médico, de manera que se quedó sin soporte ni financiamiento, “intenté solicitar empleo en Londres, Madrid y Montpellier, pero no me aceptaron”. 

En 1985 decidió trasladarse a Estados Unidos en donde en la Universidad de Temple Filadelfia participó en un ensayo clínico con pacientes contagiados con VIH. En 1989 se trasladó a la Universidad de Pensilvania en donde unió estudios con el cardiólogo Elliot Barmathan y lograron demostrar que el ARNm cuando se lograba insertar en células del organismo humano podría ser utilizado para dirigir la producción de nuevas proteínas; desafortunadamente la comunidad científica no tomaba en serio estos descubrimientos, además de que el ARN era considerado como productor de reacciones inflamatorias. En 1990 la Universidad de Pensilvania no renovó su contrato y la bioquímica tuvo que aceptar un puesto de menor nivel en su centro de investigación.

En 2013 fue destituida y obligada a jubilarse de su cargo en la Universidad de Pensilvania; a sus 58 años se trasladó a Alemania y se incorporó a la empresa de biotecnología BioNTech, en donde se dedicó a realizar investigaciones para estudiar como las proteínas de ARNm podrían ayudar al organismo humano para enfrentar la insuficiencia cardiaca y el cáncer.

Poco tiempo después, todo el mundo y la comunidad científica reconocerían el verdadero potencial del ARN mensajero, cuando la pandemia del COVID-19 amenazó, fue precisamente BioNTech la empresa que produjo exitosas vacunas utilizando la tecnología de ARNm puesta en duda durante muchos años.

En un comunicado de prensa del Comité Nobel se menciona que a Katalin Karikó y a Drew Weissman se les otorga el Premio Nobel de Fisióloga o de Medicina 2023, en reconocimiento a sus descubrimientos sobre las modificaciones de las bases nucleósidas que permitieron desarrollar vacunas eficaces de ARN mensajero (ARNm) contra el COVID-19.

[email protected]




Más noticias

Luis Fernando Ojeda Ánimas
Luis Fernando Ojeda Ánimas
Luis Fernando Ojeda Ánimas
Luis Fernando Ojeda Ánimas
Luis Fernando Ojeda Ánimas

Contenido Patrocinado