Con . . . Ciencia. CEDAT

Se estima que el 3% de la población infantil tiene características de superdotado, lo cual equivale a cerca de un millón de niños en México de los cuales, solamente se encuentran identificados once mil quinientos. Seguramente la gran mayoría de ellos se encuentran extraviados en sus diferentes trayectos educativos, y se seguirán perdiendo si no se les identifica y se les atiende. Es muy importante detectarlos a tiempo y para ello se requiere de un gran esfuerzo que debe dar comienzo desde cada hogar.

En el Centro de Atención al Talento CEDAT, ubicado en la ciudad de México todos los alumnos tienen un denominador común: son superdotados, o dicho de otra manera tienen un coeficiente intelectual superior a 130 puntos. La inscripción de alumnos superdotados a este Centro, cuyos responsables lo catalogan como el más grande de su tipo en América Latina, no resulta del todo sencilla.

La misión del CEDAT consiste en atender a una parte de la población hoy relegada; los niños con mayor capacidad intelectual que en muchos casos son víctimas de una discriminación educativa y social. Este tipo de niños en demasiadas ocasiones son mal diagnosticados, en esa confusión erróneamente se les llega a etiquetar como niños con Síndrome de Déficit de Atención (TDAH) o malos estudiantes, son relegados y corren el gran riesgo de desarrollar una baja autoestima tan solo por el hecho de ser diferentes al promedio de su edad y a la incomprensión de su cualidad por parte de su contexto socio educativo.

Cuando se menciona a niños genio, aún se les relaciona con el típico nerd, ratón de biblioteca, desadaptado o estático; sin embargo, este es un prototipo que no suelen cumplir este tipo de niños y en la mayoría de las ocasiones no obtienen las más altas calificaciones en sus escuelas porque es algo que no les interesa.

El CEDAT no recibe ningún apoyo económico público, su financiamiento es completamente privado obtenido de los apoyos por el pago de colegiatura de los estudiantes; no obstante, en este centro se asegura que las matrículas se pueden personalizar a las capacidades económicas más bajas de las familias, como puede ser una enseñanza con menos horas diarias o asesorías mensuales para los niños que viven fuera de la ciudad de México.

Una realidad es visible en los pasillos del CEDAT, la existencia de menos niñas superdotadas que niños. El doctor Almazán, docente de este centro, explica que esto se debe a factores genéticos; para que una niña sea superdotada se requiere que sus dos progenitores también lo sean, en cambio para el caso de un niño es suficiente con que lo sea uno de sus padres.

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