Con… Ciencia. Cannabis en Holanda

Desde hace 40 años Ámsterdam ha ocupado el primer lugar en el turismo de cannabis; las nuevas medidas de restricción establecidas por las autoridades locales, parecen indicar que ahora se retira de este gran negocio que durante estos años le generó ganancias millonarias; así se estarían generando nuevas oportunidades para otros destinos emergentes de consumo de marihuana para turistas en Asia, África y América.

Durante la década de los 70, el gobierno de Holanda decidió establecer una diferencia entre drogas fuertes y blandas, este debate se originó como consecuencia de que el consumo de heroína produjo una epidemia de sida debido a que los adictos a esta droga compartían agujas infectadas. En Holanda se encuentran los puertos más grandes de Europa, puerta de entrada al continente del narcotráfico y presa fácil para convertirse en terreno de adictos.

Desde esa época, los holandeses tomaron la decisión de legalizar el consumo de marihuana, la idea era que como “droga suave e inofensiva”, su consumo sería un factor determinante para tener libre acceso a un cigarrillo de cannabis y dejar de lado las otras drogas que los estaban matando y se habían convertido en un grave problema de salud pública. Y les funcionó, los holandeses han demostrado que una política de tolerancia no necesariamente conduce al consumo masivo de drogas, pues en ese país a pesar de que está permitida la venta de marihuana, no todas las personas la consumen.

Sin embargo, el problema de Holanda en cuanto al consumo de marihuana se encuentra es su ciudad capital Ámsterdam, en el corazón de esta ciudad se encuentra el mundialmente famoso Barrio Rojo, una zona que destaca por sus luces neón y rojas que adornan sus fachadas, en este lugar desde el siglo XVII aparecieron las primeras vitrinas en donde las prostitutas ofrecían sus servicios; en Holanda la prostitución es legal desde 1911, de manera que las mujeres que se dedican a esta actividad contribuyen con sus impuestos como cualquier otro trabajador holandés.

Prostitución y marihuana legales, son una combinación que ha convertido a Ámsterdam en un destino demasiado atractivo para el turismo internacional. Pero ahora, recientemente, los vecinos del barrio Rojo han manifestado ante las autoridades sus molestias por el grave incremento de criminalidad, exagerado turismo, el abuso de alcohol y drogas en las calles de esa zona, en lo que la policía reconoce como “el kilómetro cuadrado de la miseria”.

Como resultado desde mayo de este año, las autoridades de Ámsterdam han anunciado la prohibición para consumir cannabis en las calles del barrio rojo, esta medida esta acompañada de un refuerzo en las restricciones para el consumo de alcohol y un adelanto en el horario para cerrar bares, cafés y prostíbulos, muy característicos de esta zona.

Estas medidas de restricción solamente son aplicables en el barrio Rojo de Ámsterdam, además el consumo de marihuana se sigue permitiendo adentro de los locales establecidos, sin embargo, según las predicciones afectará la llegada de la gran cantidad de turistas internacionales. El consumo de marihuana sigue siendo legal en el resto del país.

[email protected]