Con… Ciencia. Calendario lunar

Las personas de la prehistoria observaron las fases de la luna como referencia para medir el tiempo.

Desde tiempos muy remotos, las fases de la luna han sido de gran importancia para muchas civilizaciones. Con su ciclo constante y predecible la luna se convirtió en un fascinante objeto de observación y un calendario natural en el cielo de día y de noche; siendo de gran ayuda a las culturas antiguas para planificar tanto sus actividades cotidianas como sembrar, navegar y efectuar ceremonias espirituales.

Las personas de la prehistoria observaron las fases de la luna como referencia para medir el tiempo. Los calendarios lunares son una forma primitiva y antigua para considerar el paso del tiempo que se basa en el ciclo lunar.

En la prehistoria, los seres humanos dependían del ciclo de la luna, la observación de este fenómeno natural les permitía conocer el cambio de clima, desarrollar sus rituales religiosos, así como identificar el momento más propicio para la cacería.

Los calendarios lunares se utilizaron en las culturas maya, egipcia, romana y babilónica. Desde la edad de piedra, los humanos observaron de manera sistemática los ciclos de la luna, esto les permitió registrar información para determinar cuándo plantar cultivos, cazar, pescar y celebrar festividades.

Los astrónomos y astrólogos en Mesopotamia veían las fases de la luna como mensajes de los dioses; por ejemplo, la luna nueva y la luna llena se consideraban momentos propicios para la adoración y la adivinación.

El dios Thot estaba asociado con la luna en Egipto. Thot era considerado el dios de la sabiduría y la medición del tiempo; las fases de la luna estaban asociadas a significados espirituales y eran una guía para los festejos religiosos.

En Grecia y Roma, la luna estaba asociada a las diosas femeninas Artemisa y Diana. Se consideraba que las fases de la luna afectaban principalmente a las mujeres y su salud, así como a sus ciclos de fertilidad.

El término “calendario lunar” proviene del latín “calendarium” cuyo significado es “registro de cuentas”, la palabra lunar proviene del latín “lunaris” que significa “de la luna”. El período lunar constad de 29.5 días aproximadamente, por lo que debido a esto los meses en los calendarios lunares suelen tener entre 29 o 30 días.

En algunos calendarios lunares se agrega un mes extra al año lunar para sincronizar el número de días con el calendario solar. Es muy frecuente que los calendarios lunares se encuentren directamente relacionados con celebraciones religiosas o culturales; tal es el caso del Hanukkah en la cultura judía o el Ramadán en la cultura islámica.

A diferencia de los calendarios solares, los calendarios lunares no coinciden con las estaciones del año, esto puede tener efectos significativos en la agricultura y otros aspectos de la vida cotidiana de los seres humanos.

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