Las funciones del poder ejecutivo

El Poder Ejecutivo es el único de la divina triada que no es colegiado, se deposita en una sola persona y su ejercicio es unipersonal. Esta característica lo define y lo marca. El Poder Ejecutivo es uno de los poderes funcionales del Estado, el cual es electo mediante el mecanismo de elección directa y voto … Leer más

El Poder Ejecutivo es el único de la divina triada que no es colegiado, se deposita en una sola persona y su ejercicio es unipersonal. Esta característica lo define y lo marca. El Poder Ejecutivo es uno de los poderes funcionales del Estado, el cual es electo mediante el mecanismo de elección directa y voto universal (cada seis años).

Su diseño está estructurado para ser una institución vertical, de control y operativa. Tiene facultades administrativas y legislativas; es la institución que ejerce el mayor porcentaje del presupuesto público. A nivel federal, para el ejercicio 2021, aplicará $ 6 billones 295 mil 736.2 millones de pesos (mdp), que representa el 25.2% del Producto Interno Bruto (PIB) en el país; y, a nivel estatal, para este año 2021, se ejercen $ 30, 226, 165,891.00 (treinta mil doscientos veintiséis millones, ciento sesenta y cinco mil ochocientos noventa y un pesos

El Poder Ejecutivo, dentro de sus facultades, impulsa y ejecuta las políticas públicas y programas de gobierno en materia económica, social, política, cultural, de salud y seguridad, a partir de su ejercicio presupuestario. Es por ello que su legitimidad funcional depende del racional manejo y conducción presupuestaria.

El Poder Ejecutivo, a nivel federal y estatal, es el que mayor emplea a ciudadanos, sus plantillas laborales son de las más extensas y burocratizadas del Estado mexicano.

Sin embargo, el proceso de modernización del Poder Ejecutivo ha sido lento y gradual, se han priorizado los procesos de fiscalización, desregulación, de gestión administrativa, y profesionalización burocrática.

La modernización tecnológica no ha sido lo que se proyectó al inicio del siglo; esta comenzó, con lo que se denominó la agenda digital o gobierno digital, que se enfocó en la expedición de trámites, no así en el avance de la digitalización del gobierno o bien la introducción integral de la tecnología digital, o lo que llaman inteligencia artificial en la prestación de servicios. Tampoco se ha avanzado mucho en los procesos de modernización burocrática y la modernización de las sedes gubernamentales (edificios inteligentes).

Este proceso, a nivel de entidades federativas, se ha relentizado por dos rubros esenciales, la capacidad presupuestaria y la prioridad política de los Poderes Ejecutivos. Este un desafío para este Poder del Estado mexicano.




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