Indignante trato a migrantes en Zacatecas

Jaime Santoyo Castro.
Jaime Santoyo Castro.

Corresponde a las autoridades de todos los niveles y de todos los ámbitos exigir un trato digno para los migrantes.

En la mayoría de los hogares de familias zacatecanas existe una historia contada por un familiar en su recorrido y en su estancia en los Estados Unidos, y en ella nos relatan con orgullo, pero no sin dolor en el alma, los riesgos y retos que enfrentaron durante su trayecto, entre los cuales se cuentan la pena de dejar a su familia, falta de dinero, hambre, inseguridad, incertidumbre, el ir esquivando a las fieras tanto humanas como animales que los acechaban e incluso la pérdida de vidas, y además de ello, las dificultades, malos tratos, menosprecios, discriminación, humillaciones y abusos que afrontaron a su llegada y durante su estancia, y sin embargo, los zacatecanos migrantes han dejado constancia de su dedicación, empeño, honestidad, y sobre todo su recia identidad con su tierra y compromiso con el envío de remesas a sus familias.

Esa parte de nuestra historia nos ha hecho mostrar desde siempre sensibilidad, empatía y apoyo al paso de los migrantes, pues nos remite a las experiencias que vivieron nuestros paisanos, que no se las deseamos ni a nuestros peores enemigos y hoy nos indigna saber que en diversas partes del territorio zacatecano los migrantes montados en los techos de los vagones de ferrocarril estén varados, sin comida, sin agua, y sufriendo agresiones y malos tratos por parte del  personal de migración. Un trato a todas luces inhumano, que no coincide con nuestra conciencia y que transgrede las más elementales normas de Derechos Humanos, pues a todos nos corresponde proteger y garantizar la seguridad y dignidad de todos los migrantes, independientemente de su condición legal.

El Artículo 1º de la Constitución Mexicana señala que: “En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales…así como de las garantías para su protección…” También señala que “todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos….” Y continúa señalando: “El Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violacioes a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley”.

Corresponde en consecuencia a las autoridades de todos los niveles y de todos los ámbitos exigir un trato digno a los migrantes, de conformidad con las lineas siguientes:

  1. Respeto a los derechos humanos: Todos los migrantes, independientemente de su estatus legal, tienen derechos humanos fundamentales que deben ser respetados y protegidos en todo momento.
  2. No discriminación: Los migrantes no deben ser discriminados por motivos de nacionalidad, raza, religión, género u otra característica.
  3. Acceso a servicios básicos: Los migrantes deben tener acceso a servicios básicos como atención médica, educación y vivienda, independientemente de su estatus migratorio.
  4. Protección contra la explotación y el abuso: Los migrantes deben ser protegidos contra la explotación laboral, el tráfico de personas, la violencia y el abuso en todas sus formas.
  5. Debido proceso legal: Los migrantes tienen derecho a un debido proceso legal, incluido el acceso a la justicia y a un juicio justo en caso de ser detenidos o enfrentar procedimientos legales.
  6. Integración y participación: Se debe promover la integración de los migrantes en la sociedad de acogida, facilitando su participación en la vida económica, social y cultural de la comunidad.

En resumen, tratar a los migrantes con dignidad y respeto implica reconocer su humanidad y asegurar que se les brinde protección, asistencia y oportunidades para una vida digna, independientemente de su origen o estatus migratorio.




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