Selección difícil

Huberto Meléndez Martínez.
Huberto Meléndez Martínez.

Elegir a los adolescentes con estudios de secundaria, originarios de la región semidesértica, para prepararlos como profesores rurales no era una tarea fácil.

Dedicado con afecto al Maestro José Luis Pérez.

En esta ocasión se consideraba posible obtener un mejor resultado, acorde a las pretensiones motivadoras del proyecto.

El año anterior se consiguió reclutar a doscientos veinte adolescentes con estudios de secundaria, originarios de la región semidesértica, para prepararlos como profesores rurales, los cuales, por ser de esa demarcación geográfica y sensibles a la adversidad social y educativa de la población, tuvieran el arraigo tan necesario en esa función. La esperanza era mejorar las condiciones culturales del medio.

Ahora existía el valioso recurso de muchachos comprometidos con la causa, pues la directora solicitó la colaboración del Consejo Estudiantil para que, organizados en binas, se trasladaran por determinadas comunidades, donde había reclamo de aspirantes no aceptados y que supuestamente reunían los requisitos suficientes para ser becarios en aquella escuela.

En poco más de una semana visitaron cada hogar asignado, para verificar la información signada en el estudio socioeconómico.

Revisaron el tamaño de la viviendas, las cuales en algunos casos constaba de una habitación y una estancia que servía de cocina-comedor-recibidor; tipo de construcción generalmente de adobe, varas de ocotillo forradas con barro o simplemente paredes de palma; ubicación, que en varios casos estaban en la periferia de la ranchería, algunos entre el monte, junto a una pequeña parcela de temporal o corral donde resguardaban unos cuantos animales domésticos. Reconocer el tipo de comunidad y servicios generales como vías de acceso, daba cuenta del tipo de habitantes y su situación económica.

“Hay treinta lugares disponibles, así que cada equipo seleccione los cinco casos más apremiantes”.

Empezaron por presentar los primeros tres. Luego cada equipo dio turno al cuarto y en el quinto, la relación se polarizó porque se cuestionó el que aspirante Juan manifestó que en su familia eran propietarios de tres borregas, mientras que Jesús disponía de apenas una docena de gallinas.

“Es cierto que el muchacho escribió esos animales como patrimonio familiar, pero su padre tuvo que vender uno para poder viajar y acudir a la escuela a obtener ficha. De ser aceptado tendrían que deshacerse de otro cordero para venir a dejarlo.”, Expuso la defensa.

“Pues en este caso, las gallinas quedaron en prenda del préstamo de dinero recibido por el papá de Chuy, quien vino también a obtener la solicitud de ingreso.” Argumentaron aquellos.

“Vayamos a consultar el promedio de  su certificado de estudios.” Se propuso.

La maestra Amina, directora del plantel detuvo las discusiones…

“Aceptemos a los dos. De haber sido mujer y hombre, ella quedaría dentro, pero dadas las circunstancias, se formalizará la inscripción definitiva cuando se presente la primera vacante. En este grupo de 220 estudiantes, inevitablemente se generan bajas. Sobre las calificaciones la secundaria, es un recurso con múltiples variables de valorar. Lo importante será su rendimiento en esta escuela, que deberá ser mínimo de ocho en sus promedios.”

Era de suponerse que en los años sucesivos, habría procesos más rigurosos en esa selección de alumnos.

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