Aprender de la historia

Al maestro y amigo Juventino Gallegos García, por las conversaciones temáticas.

Sin pretender abusar de la paciencia del estimado lector, lectora, se invita a leer con detenimiento el siguiente extracto del libro “El Solitario del Teira” (pp 228-230) y realizar una meditación conjunta en los últimos párrafos de este artículo.

”México, que hoy se levanta glorioso, haciéndose lugar entre las naciones libres; México, que cuenta con elementos fecundos de prosperidad en los órdenes físico, intelectual y moral; México, en fin, capaz de brillar entre los pueblos de la tierra, como la luna hermosa y bella entre las pálidas estrellas, va a precipitarse en un abismo. Escúchame.”

“Va a fundarse un brillante imperio en cuyo trono se sentará el inmortal caudillo que ha consumado la grande obra de la independencia comenzada por el inmortal Hidalgo. La cabeza de este héroe rodó en un patíbulo; rodará también la de aquél.”

“Los mismos que hoy proclaman el imperio, mañana querrán establecer la república.”

“Los que hoy quieren la república sobre tales bases, mañana la querrán sobre otras.”

“Ha caído el gobierno español, y los españoles que quedan serán expulsados; pero se abrirán las puertas del país para todas las naciones, y los extranjeros inmigrados nos dominarán indirectamente. ¡Dominación en cierto modo peor que la de los emigrados! Los nuevos extranjeros se apoderarán de nuestro comercio, de nuestra minería y tal vez de establecimientos nacionales, y los mexicanos, con el sombrero en las manos, pediremos favor a los extranjeros, nos haremos serviles admiradores e imitadores de ellos en costumbres, ideas y creencias. Habremos salido del difícil desfiladero de las Termópilas y habremos caído en las horribles horcas Caudinas; habremos salido de Sciles y entrado en Caribdis.”

“Se encenderá más y más, de día en día, la discordia, la guerra fratricida, y esto por aferrarse los mexicanos en ideas contrarias y divergentes, en la ambición, en la codicia y en el orgullo; y por haber echado en saco roto el verdadero patriotismo.”

“… y se perderá la esperanza de la paz nacional.”

“Entretanto, se paralizarán y serán como si no existieran, los elementos de la felicidad.”

“Estará por los suelos la agricultura, la industria, las ciencias, la minería, el comercio.”

“Gravitará sobre la nación una deuda exorbitante, con inmensos réditos, y cuando México debía ser la nación acreedora, respecto de las extranjeras, será la deudora de muchas.”

Inevitablemente el pensamiento vuela rápido y se hacen comparaciones entre lo que ahí se expone y lo que nuestra realidad nos presenta con crudeza. La similitud asusta en esos diez párrafos. El autor, Francisco Sotomayor lo escribió hace 151 años, según la fecha que se encuentra en el libro.

También la reflexión nos lleva a pensar en que los mexicanos necesitamos aplicarnos en la construcción de ciudadanía, en estudiar la historia y en cuestionar el actuar que se ha tenido, trabajar para que el país pueda salir del establecimiento de esas afirmaciones que hasta parecen una sentencia trágica. Aún es posible.

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