Hablar con la verdad

Juan Carlos Ramos León.
Juan Carlos Ramos León.

Es mejor herir a alguien con la verdad que matarlo con la mentira. En cualquier caso, en absoluto, la verdad siempre debe de conocer la luz. Hay quienes piensan que la verdad es como un fármaco, que debe de administrarse en dosis muy pequeñas al paciente y que, es más, a veces es mejor ni … Leer más

Es mejor herir a alguien con la verdad que matarlo con la mentira. En cualquier caso, en absoluto, la verdad siempre debe de conocer la luz. Hay quienes piensan que la verdad es como un fármaco, que debe de administrarse en dosis muy pequeñas al paciente y que, es más, a veces es mejor ni siquiera prescribirlo. No. Pensar así nos hace a todos habitar un mundo en el que subsiste una especie de neblina espesa que dificulta a veces hasta verse la propia nariz.

La verdad construye caminos. Hay cosas que también destruye, ciertamente, y se trata de relaciones superfluas que tienen sustento en pilares de humo y obras de teatro muy bien montadas en las que predominan la hipocresía y cualquier cantidad de intereses mezquinos.

Si sales a buscar amigos asegúrate de que tengan la “V” de la verdad tatuada en sus frentes. Aléjate de los que sólo te adulan porque ellos no te hacen el bien. Rodéate de quienes, sin miedo a perder tu amistad, nunca se encuentren dispuestos a ceder terreno a la mentira aunque piensen que te evitan un trago amargo, porque hasta las medicinas llegan a tener un sabor desagradable pero te las tomas porque tienes la certeza de que te están salvando la vida y tarde o temprano harán que te sientas mejor.

Y si, por otro lado, eres de los que salen a ofrecer tu amistad a los demás, enarbola siempre la bandera de la verdad si quieres que se te aprecie realmente, porque todos tenemos quien nos hable bonito pero hay muchos a los que nos hace falta un buen amigo que se ponga a cargar ladrillos con nosotros para continuar edificando nuestra historia particular y, contrario a lo que la sociedad nos exhibe como ejemplo, suma más quien sabe ponerte en tu lugar que quien es partidario de darte por tu lado.

Si eres mi amigo, hazme el bien, aunque me duela. Dime siempre la verdad. Y si me consideras tu amigo ten siempre presente que todo lo que te diga será pensando en tu bien a costa de lo que sea.

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