
Hoy en la Opinión de Jaime Santoyo Castro.
¡El gozo se fue al pozo! Estábamos muy contentos con el avance en el programa de vacunación; el color verde aparecía en la mayoría de las entidades de la República y ya el comercio, servicios y turismo se reanudaban y la gente volvía a a vida normal con entusiasmo. Sin embargo, con preocupación vemos que … Leer más
¡El gozo se fue al pozo! Estábamos muy contentos con el avance en el programa de vacunación; el color verde aparecía en la mayoría de las entidades de la República y ya el comercio, servicios y turismo se reanudaban y la gente volvía a a vida normal con entusiasmo.
Sin embargo, con preocupación vemos que los contagios por el COVID-19 se han recrudecido en diversas entidades, como en la Ciudad de México, en las dos bajacalifornias, en Tamaulipas, Sinaloa, en Yucatán, Campeche y Tabasco.
Hay quienes afirman que este incremento es un aviso del resurgimiento del COVID; es decir, una tercera ola, pero con otras cepas del virus, más contagiosas y dañinas como la Delta, que causó estragos en la India, y la Gamma, con presencia muy dañina en Brasil.
Si es cierto que ya inició una tercera ola, no debemos de ver esta circunstancia como si no nos fuera a alcanzar; es momento de retomar precauciones con mayor ahínco y no permitir que regrese, sin esperar a que las autoridades nos den indicaciones; no todo depende de ellos.
Ya sabemos que hacer: usar cubrebocas, lavarnos las manos, sanitizar espacios, evitar aglomeraciones, no salir cuando no necesitemos; acudir a los centros de vacunación. Eso es responsabilidad nuestra, no del gobierno; a éste le corresponderá detectarla a tiempo, establecer cercos, romper las cadenas de transmisión, incrementar las acciones de vacunación y poner al alcance del sector salud los instrumentos y medicinas necesarias.
Si la dejamos llegar, estaremos en grave peligro, porque desconocemos si la vacuna es eficaz contra las nuevas variantes, y no sabemos qué tan grande y duradera va a ser, pero debemos colaborar con las autoridades para detectar y aislar los casos y contactos. Algunos especialistas afirman que este resurgimiento de Covid-19 en México es un rebrote que sólo se ha dado en zonas específicas del país y que es un rebrote regionalizado; es decir, que no es una transmisión generalizada a lo largo del país, y detenerla depende mucho del trabajo que hagan los gobiernos estatales, pero insisto, también de nosotros. ¡No nos confiemos!