María Guadalupe Dávila Mendeola celebró sus 15 primaveras en el Templo de Nuestra Señora de Fátima. Acompañada de sus seis chambelanes, elegidos entre primos y amigos, ingresó con toda gala a la iglesia, la cual lució adornada con lirios blancos a lo largo de sus pasillos. Azul, el favorito de la joven, fue el color … Leer más
María Guadalupe Dávila Mendeola celebró sus 15 primaveras en el Templo de Nuestra Señora de Fátima.
Acompañada de sus seis chambelanes, elegidos entre primos y amigos, ingresó con toda gala a la iglesia, la cual lució adornada con lirios blancos a lo largo de sus pasillos.
Azul, el favorito de la joven, fue el color de su vestido, el cual hacía juego con las corbatas de sus chambelanes.
Rosa Evelina Mendeola Ramírez y Víctor Hugo Dávila Rodríguez, padres de la quinceañera, dijeron sentirse muy orgullosos de ver a su hija convertida en una señorita.
Destacaron que el amor que sienten por María Guadalupe es incondicional y eterno y que su mayor deseo es que sea feliz siempre.
La festejada afirmó que la alegría de cumplir 15 años es poder compartirl con su familia y poder representar a la niña que se convierte en mujer, una mujer que busca seguir el camino correcto y que vino a la iglesia a demostrárselo a Dios.
Rosa María Rodríguez Ramírez y Eleazar Guardado Sánchez han sido los padrinos de María Guadalupe toda su vida, pues la acercaron a la pila bautismal y estuvieron con ella en su primera comunión.
Por supuesto, no podían dejar de acompañarla al altar el día en que su ahijada dejó de ser una niña y se transformaba en mujer ante los ojos de Dios y de la Virgen.
Después de la misa, los invitados se dirigieron a una comida en el salón Esmeralda, ubicado en el Centro Histórico, donde pudieron festejar con toda la confianza y el amor, un día tan importante en la vida de María Guadalupe.
Imagen Zacatecas – Alejandra García