El legado y fervor de Erlinda López Moreno

El lugar que hoy ocupa el Museo de Bracho es donde décadas atrás nació Erlinda López Moreno, justo en las entrañas del espacio que cada año reúne a miles de fieles a San Juan Bautista. Su hija, María del Rosario Guerrero López, explicó a Imagen que cuando su madre vio la luz eran muy pocas … Leer más

El lugar que hoy ocupa el Museo de Bracho es donde décadas atrás nació Erlinda López Moreno, justo en las entrañas del espacio que cada año reúne a miles de fieles a San Juan Bautista.

Su hija, María del Rosario Guerrero López, explicó a Imagen que cuando su madre vio la luz eran muy pocas las casas que ahí habían y que las fiestas eran de un tamaño muy reducido.

José López Rodríguez, padre de Erlinda, daba asilo a algunos de los participantes en su casa; uno de sus deseos era que el espacio que ocupaba su casa se utilizara en pro de los asistentes, hoy en día el lugar exhibe vestimentas, fotografías y maquetas, entre otros atractivos.

El entonces presidente de la Cofradía de San Juan Bautista A.C., Esteban Alvarado, gestionó la donación con Erlinda López, quien guiada por la voluntad de su padre accedió a dar el lugar para la construcción del museo.

En la entrada se leen los agradecimientos por parte de la mesa directiva a José López y a su familia.

Un año antes de su muerte, Erlinda estuvo en la inauguración presidida por la exgobernadora del estado Amalia García Medina.

Junto a Agustín Guerrero Salas, Erlinda formó una familia que dio como resultado 11 hijos; de los 10 que sobreviven, todos acuden cada año al espacio que está junto al museo que tiene dos funciones principales.

La primera es que la familia se reúna año con año desde el mes de mayo, y la segunda es abrir su establecimiento que ofrece abarrotes, golosinas y frituras.

La tienda que únicamente abre de mayo a agosto tiene un producto que literalmente se vende como pan caliente: las donas.

Este aperitivo es preparado por uno de los hermanos menores, Alejandro Guerrero López, él aprendió el oficio de su papá quien trabajo durante muchos años en la Panadería La Esperanza.

La encargada de venderlas es María del Rosario; al momento de la entrevista a la familia se vendieron cerca de 200 donas.

Otra de las tradiciones que dejó Erlinda a su familia es dar una vasta reliquia todos los 24 de junio, día de San Juan Bautista; en esa fecha se preparan dos cerdos enteros para ofrecerlos a la gente.

“Su santa devoción siempre fue San Juan Bautista, era su adoración y logró transmitir esa fe a toda la familia”, finalizó María del Rosario.  

Imagen Zacatecas – Daniel Torres




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