Charlan sobre Bob Dylan y su Nobel de Literatura

Bob Dylan y su obra musical con gran valor literario, fueron el centro del conversatorio titulado Nobel de Literatura, que abordó el galardón otorgado al cantautor norteamericano.

La sede fue el foyer del Teatro Fernando Calderón, donde los docentes Carlos Flores y Eduardo Jacobo Bernal encabezaron la plática sobre el legado de Dylan y porqué el premio fue justamente otorgado.

Al inicio, Carlos Flores habló sobre la gran influencia que tuvo Bob Dylan en otros artistas de renombre como lo fue David Bowie, al igual que otros más que han trascendido en la historia de la música alternativa.

Mencionó que a pesar de tener dos libros publicados, Tarantula y Crónicas Volumen 1, Dylan se hizo acreedor al premio Nobel de Literatura por las letras de sus canciones y la fuerza que le imprime a la música.

Apuntó que el cantautor estadounidense defiende su premio con su trabajo musical.

Por su parte, Eduardo Jacobo Bernal expuso que un ícono del rock como Dylan ha creado una permanencia con su música, debido a que en la actualidad se sigue dando un contexto de violencia en todas las esferas de la sociedad.

Recordó que en los años 60’s, cuando Dylan comenzó con sus creaciones, estaba presente la Guerra Fría, la Guerra de Vietnam y la comunidad afroamericana  luchaba por sus derechos en los Estados Unidos.

Puntualizó que los cuestionamientos siguen vigentes porque hoy en día se vive un ambiente de violencia, y Zacatecas o la Ciudad de México son un claro ejemplo de esto.

El docente también comentó que son necesarios los espacios de debate y conversación dentro de las actividades del Festival Cultural Zacatecas, y agradeció la presencia de los asistentes.

Finalmente, Flores analizó cuatro letras de las canciones de Dylan, entre ellas Blowin in the wind, de la cual destacó la estructura poética acompañada de la música, lo que le da una fuerza mayor.

Ambos participantes coincidieron en que Bob Dylan es uno de los artistas más influyentes de los últimos tiempos, por lo que su premio Nobel fue bien merecido.

Imagen Zacatecas – Alejandro Castañeda