Apapachan a cronistas del país con cena de gala

Un exquisito menú, buena música y diversión total fueron los ingredientes principales de la cena de gala que disfrutaron los socios de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas (Anaccim).

Zacatecas fue su casa durante cuatro días de intensa actividad, por el 37 congreso de la asociación.

Aunque ya había caído la noche, aún se sentía el calor que se dejó sentir durante el día.

El salón César del Hotel Finca del Minero lució imponente con sus mesas vestidas de manteles blancos combinados con oro, sus muros y paredes blancas.

Hasta ese lugar arribaron alrededor de 400 cronistas e invitados.

Previo a la cena, hizo su aparición un grupo de bailarines de Egipto, mismos que forman parte de las delegaciones de danza que participan en el Festival del Folclor Zacatecas Internacional 2014.

Cuatro intrépidos bailarines movieron unos círculos de tela con luces fluorescentes. Eran parte del faldón de su vestuario y al final se convirtieron en aros voladores manipulados con sus manos.

El espectáculo fue tan inesperado como aplaudido por los asistentes a la cena organizada por el gobierno de Zacatecas.

Luego, se integraron otros seis bailarines para completar un cuadro multicolor con su música peculiar, que hacía traspasar las fronteras y recrear un aire del desierto que se respira en el Oasis de Farafra.

El grupo egipcio puso a bailar a los comensales; los arrastraron al escenario principal donde movieron las piernas, caderas y manos al ritmo de la música árabe.

Fueron decenas de cronistas los que sacaron cámaras de video y fotografías para dar fe histórica del espectáculo que estaban presenciando.

En la mesa principal, estuvieron sentados el presidente de la Anaccim, Manuel González; la directora Archivo Histórico del estado, Marian Auxilio Maldonado y el director de la Unidad de Planeación de Gobierno del Estado, Martin Álvarez Calderón.

Pasadas las 10 de la noche, los meceros empezaron a servir un delicioso menú, que satisfizo hasta el paladar más exigente.

La cena de dos tiempos contempló, de entrada, crema de champiñones acompañada de crotones.

El plato fuerte fue lomo de cerdo en salsa de ciruela o pechuga de pollo bañada en salsa cantera rosa, al gusto de cada invitado.

Al final eligieron entre pequeños tazones de manzana acaramelada o rebanadas de pay de limón.

Alrededor del salón se exhibió una serie de fotografías de la Toma de Zacatecas; edificios destruidos, documentos y soldados revolucionarios heridos y triunfantes, que forman parte de la colección del Archivo Histórico de estado.

Imagen Zacatecas – Raúl Silva