

Carlos Manzo, alcalde de Uruapan. | Foto: Cortesía.
El Runrún de hoy, lunes 03 de noviembre del 2025.
El asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, no solo es una tragedia local, sino un alerta sobre la vulnerabilidad de la política mexicana frente a la violencia. Este hecho desgasta la imagen de Morena, mostrando la fragilidad de sus liderazgos frente a crisis de seguridad, un tema que ha sido central en el debate nacional.
En Zacatecas, este impacto se siente con mayor intensidad. La percepción de capacidad del gobierno federal y de los partidos gobernantes podría fortalecer a la oposición y replantear estrategias de cara a la sucesión gubernamental de 2027. Morena enfrenta así un desafío doble: contener la indignación social por la inseguridad y, al mismo tiempo, preservar su capital político ante elecciones cruciales.
La muerte de Carlos Manzo es un recordatorio de que la política local no está aislada de la esfera nacional. Cada crimen de esta magnitud tiene repercusiones inmediatas en la confianza ciudadana, la estabilidad institucional y el equilibrio de fuerzas rumbo a 2027.
El futuro político de Zacatecas y del país dependerá de cómo se gestionen estos episodios que desafían tanto la seguridad como la credibilidad del sistema democrático.
No basta con presumir la disminución de homicidios dolosos y que baja la inseguridad o la percepción, se requieren de muchas otras cosas para lograr recuperar la confianza de la gente, y en el primer núcleo de contacto, hoy tiene severas dudas de la credibilidad y confianza de la clase política.
Zacatecas debe priorizar unidad y diálogo político
El homicidio del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, es una muestra brutal de que la violencia puede golpear sin previo aviso, y que la confrontación política, incluso dentro de la propia clase gobernante, incrementa riesgos para la sociedad.
En Zacatecas, este hecho debería inspirar un cambio de actitud entre el gobierno estatal y los alcaldes de oposición. La rivalidad pública y los discursos de confrontación no solo desgastan la gestión de ambas partes, sino que generan un clima de tensión que puede ser aprovechado por actores violentos.
La experiencia de Michoacán demuestra que ningún cargo protege del peligro cuando la política se convierte en enfrentamiento constante. Zacatecas tiene la oportunidad de liderar con sensatez y fortalecer canales de comunicación, acuerdos de coordinación y respeto institucional.
Los gobernantes, de todos los niveles, deben evitar la confrontación abierta y dar pasos sólidos en materia de prevención y responsabilidad hacia los ciudadanos.
Como bien dice el refrán, “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. Es momento de aprender de los errores ajenos y actuar con prudencia, consolidando a los gobiernos locales que, en lugar de dividir, protejan y unifique a la sociedad. Lo electoral apenas está por venir y la sociedad no quiere más violencia, ni en los discursos.
Migrantes atendidos por alcalde de Guadalupe, mientras otros funcionarios brillan por ausencia
El alcalde de Guadalupe, José Saldívar, realizó una gira de trabajo en Fort Worth, Texas, para acercar servicios a las familias guadalupenses, representa un ejemplo claro de cercanía con quienes buscan oportunidades fuera del país. Desde la expedición de actas de nacimiento y matrimonio hasta la entrega de documentos de doble nacionalidad, cada trámite resuelto confirma la importancia de mantener el vínculo con nuestros paisanos.
Si México quiere fortalecer sus lazos con quienes contribuyen desde lejos, los servidores públicos deben seguir el ejemplo de Saldívar: actuar con cercanía, sensibilidad y compromiso, sin esperar a que los problemas se vuelvan crisis. La migración merece atención constante, no gestos aislados.

La UAZ retoma clases tras resolver conflictos laborales
La Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) llega, por fin, a la reanudación de actividades académicas después de un periodo de tensión laboral. La resolución de los problemas de carácter laboral elimina las razones que anteriormente motivaban a los docentes y al SPAUAZ a recurrir a paros o emplazamientos a huelga.
Este desenlace muestra que la negociación constante y la atención a los derechos contractuales pueden prevenir conflictos mayores, protegiendo tanto a la institución como a su comunidad académica.
Con casi la totalidad de los problemas resueltos, se espera que el mes de febrero transcurra sin la sombra de huelgas vinculadas a la revisión contractual. Esto permite que el sindicato concentre sus esfuerzos en la renovación de la dirigencia previstas para mayo, fortaleciendo la planificación y estabilidad de la universidad.
El regreso a clases no solo significa continuidad académica, sino también un mensaje claro de que los conflictos se pueden resolver mediante diálogo y acuerdos formales. La UAZ tiene ahora la oportunidad de enfocarse en la mejora educativa y administrativa, consolidando un entorno de trabajo más armonioso y productivo para todos. Se espera que la rectoría y la dirigencia sindical estén a la altura de las necesidades.
Runrunazos
En el Colegio de Notarios se avecina la revelación de transacciones cuestionables de múltiples actores políticos de todos los partidos, concentradas en las últimas administraciones de Zacatecas y Guadalupe. Lo que se perfila como un “cártel inmobiliario” pone en evidencia que la especulación de lotes y fincas no es exclusiva de un partido: PAN, Morena y Verde aparecen involucrados, dejando al descubierto redes oscuras de intereses privados sobre la zona metropolitana.