La fuente oficial, la única válida en la pandemia

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Las mañaneras y la comparecencia de las autoridades de salud ante la prensa han sido fundamentales para enfrentar los destructivos rumores que acompañan toda crisis, pero que ahora disponen de amplificadores de aterradora potencia. El presidente de la República desafía la advertencia que aconseja no incurrir en la sobre-exposición y paga el costo de cada … Leer más

Las mañaneras y la comparecencia de las autoridades de salud ante la prensa han sido fundamentales para enfrentar los destructivos rumores que acompañan toda crisis, pero que ahora disponen de amplificadores de aterradora potencia.

El presidente de la República desafía la advertencia que aconseja no incurrir en la sobre-exposición y paga el costo de cada imprecisión, de cada mensaje sin el debido contexto, pero con todo y eso, sin su decisión de comunicar lo público al mayor público posible, ya habría sucumbido ante la feroz embestida de los poderosos intereses afectados por su gestión dentro de los cuales figuran los de “líderes de opinión” nostálgicos del chayote federal, pero alimentados por las arcas públicas en estados y municipios gobernados por las fuerzas que perdieron la elección de 2018 y que notoriamente financian las embestidas cotidianas haciendo que los “periodistas” tiren las piedras mientras ellos esconden la mano.

La inercia condujo al periodismo adicto a los viejos usos a jugar el peor papel imaginable en situación de grave emergencia, alentando reacciones que producen compras de pánico primero y alzas de precios después, reportando carencias del sistema de salud que han estado siempre, pero que descubren por primera vez y omitiendo difundir prioritariamente las medidas contra la propagación del virus y las medidas de solidaridad económica de urgencia.

Es indispensable la cabeza fría de los que llevan el timón en cada país, el gobernante que cede a la tentación incumplible de quedar bien con todos en vez de hacer bien su deber va a empeorar los resultados sanitarios y económicos de la crisis.

En las mañaneras hay de todo, desde aquel que pregunta con dominio del oficio, hasta el que va a mostrar su sabiduría y compromiso; desde el que aborda el tema puesto en la mesa, hasta el que trae su prioridad particular; el debidamente ubicado hasta el que hace notorio que se surte de prejuicios en las redes.

Se me ocurre que los ahí congregados pudieran generar algunas reglas operativas en las mañaneras asesorada por la Escuela de Periodismo Carlos Septién para sacarle más provecho a un ejercicio de comunicación innovador, es hora de reconocer que los semáforos no anulan si no hacen viable la libertad de tránsito.

Información confiable, clave contra la pandemia

Hoy la situación demanda de todos comunicar serenidad y sentido de urgencia al mismo tiempo, en vez de estar pendiente de cada posibilidad de hablar bien o mal del presidente.

Es mejor elegir cómo podemos ayudar desde nuestra circunstancia, conminar a las familias a la atención especial, a los de avanzada edad, diabéticos e hipertensos, a lavarnos las manos cada rato, no hacer contacto físico a menos de metro y medio de distancia, comprar razonablemente y no darle excusas a los que suben los precios por hambre de ganancias y no salir del hogar más allá de lo estrictamente indispensable.

Toda la población debe enterarse que muchos de los infectados ni se darán cuenta que alguna vez lo estuvieron, que la gran mayoría de los contagiados tiene atención sin hospitalización y que la tasa de mortandad de esta epidemia es inferior a todas las vividas en el pasado.

Debe saber que durante 14 días la incubación es silenciosa, si le aplican pruebas saldría negativo aunque estuvieran infectados, se aplican solamente a los que presentan síntomas ¿Lo aprendió el gobernador Jalisco?

La gente debe saber que la propagación del virus tiene muchas velocidades, que en China ya terminó y en África todavía no empieza, que lo que en un lado es oportuno, en otro es precipitado que la salud y la economía van de la mano.

Elegir fuentes calificadas

Al buscar fuentes de información sobre la epidemia debe considerarse que los conocimientos médicos son tan vastos, que el ser humano solo accede a una parte de los mismos por la vía de la especialización, los médicos de otras ramas lo asumen con la humidad propia del que estudia.

El protagonismo político se ha interpuesto en modo manifiesto, unos divulgan rumores infames (neumonías atípicas, primer muerto, carencia de ventiladores, falta de pruebas) obligando a las autoridades a dedicar tiempo valioso desmintiendo campañas arteras.

Otros lucen cubrebocas sin advertir que los expertos no las portan porque ya explicaron la relativa función de los mismos, quiénes sí los necesitan y quiénes no.

El tiempo pone a cada quien en su lugar, pero no podemos esperar hasta entonces, hoy son tiempos de promover el acatamiento masivo a las indicaciones de emergencia, pero las respuestas colectivas correctas se obtienen con información correcta y en ese sentido hay valiosos esfuerzos de los auténticos profesionales de la información junto a ruines propagadores de falsedades: ubiquemos la diferencia.

Nos encontramos el jueves en Recreo

[email protected] | @luismedinalizal




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