Hemos vivido en el error

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Lo que la crisis mundial ha comunicado a los mexicanos es que hemos vivido en el error. Los datos difundidos como consecuencia de la pandemia describen un presente que avanza de lo malo a lo peor si no cambiamos el rumbo. Somos primer lugar en el mundo en obesidad infantil y el segundo en obesidad … Leer más

Lo que la crisis mundial ha comunicado a los mexicanos es que hemos vivido en el error. Los datos difundidos como consecuencia de la pandemia describen un presente que avanza de lo malo a lo peor si no cambiamos el rumbo. Somos primer lugar en el mundo en obesidad infantil y el segundo en obesidad adulta. Estamos entre los primeros lugares en diabetes e hipertensión, eso nos hace particularmente vulnerables al contagio del coronavirus anulando nuestra ventaja respecto a Europa de que nuestra población promedio sea más joven que la del viejo continente. Las cifras de letalidad son contundentes al respecto.

Si hacemos un examen de conciencia colectiva encontramos que los que han dirigido el país no atendieron las voces de profesionales de la salud alertando los estragos del abuso de bebidas azucaradas y productos alimenticios industrializados adictivos conocidos como “comida chatarra”, en tiempos recientes vimos la resistencia de una porción de legisladores a una disposición necesaria, pero insuficiente como es el etiquetado frontal advirtiendo a los consumidores del riesgo, afortunadamente perdieron la votación. Los cabilderos de las empresas que comercializan esos productos consiguen votos de legisladores con métodos no transparentes.

Otro error de la clase gobernante ha sido su falta de compromiso para no permitir la publicidad abrumadora que introdujo un retroceso cultural en la medida de la expansión de la cobertura de radio y televisión del territorio nacional, generando el hábito de intercambiar la leche y los huevos, maíz y frijol de su economía doméstica, por Coca Cola y comida chatarra, la tiendita de la comunidad fue el vehículo de intercambio de lo sano por lo otro. Los de las tienditas no son los responsables como tampoco los concesionarios de radiodifusoras y televisoras, ni siquiera los industriales de esos productos, los responsables fueron los gobernantes que incumplieron su deber por velar por la salud de la población.

Contemplación en vez de acción

No solo la alimentación es factor importante de salud, igualmente determinante es la actividad física y allí también tenemos serios rezagos, vivimos un constante proceso de actividad sedentaria en escritorios y aulas, centros laborales e industria recreativa, en sociedad mejor gobernadas, la actividad física de la población infantil se atiende debidamente en el sistema escolar y en la vida adulta los centros laborales establecen un tiempo en el que suspenden actividades para hacer ejercicio, en la vida mexicana los empleados privados y públicos es tiempo que todavía no cuentan con esos mecanismos desestresantes y tonificantes. Los únicos mexicanos que tienen actividad física, frecuentemente hasta el agotamiento, son los trabajadores de la construcción, los campesinos, los trabajadores mineros entre otros, pero tampoco son saludables porque son presas de la comida chatarra.

El deporte masivo es la respuesta que los pueblos mejor organizados que nosotros dan al reto de la actividad física; los mexicanos pasamos de beisboleros a futboleros, pero no como practicantes sino como espectadores; el retroceso cultural acabó con los llaneros que con su entusiasmo hicieron la fama de barrios y ciudades, algunos de allí surgieron para engrosar las filas del deporte profesional en béisbol, futbol y básquetbol. Zacatecas lo vivió alcanzando la cima cuando la Ola Naranja nos hizo vibrar, allá por la década de los Setenta, pero los gobernantes también favorecieron el retroceso al colaborar con la transición al deporte como espectáculo alrededor del cual se generan una gran cantidad de negocios, siendo tan lucrativo el deporte profesional que los grandes medios de comunicación electrónica los adoptan como exitosísimo gancho para vender publicidad, haciendo nacer generaciones de panzones (como yo) expertos en tácticas defensivas y ofensivas que cada día feriado se reúnen a gritar frente a un televisor cada incidencia del juego, consumir papitas fritas, refrescos o cervezas.

Muchos mexicanos infectados por #coronavirus, con toda seguridad han llevado la cuenta de cuántos goles han dado y recibido en cada mundial de futbol los seleccionados mexicanos.

Como circo romano

No tienen responsabilidad alguna los jugadores profesionales, los dueños de equipos, las televisoras o los anunciantes de nuestra deformante relación que como pueblo mantenemos con el deporte, son los políticos gobernantes que construyen infraestructura deportiva con los impuestos de todos para ponerla al servicio de los intereses privados del deporte que de ese modo se convierte más en espectáculo que deporte, México tiene ahora más canchas que nunca, pero sin organización de sus potenciales usuarios, sin programas ni entrenadores, sin competencias. Los responsables son los gobernantes que aprovechan y financian el deporte como espectáculo y que los ciudadanos no se ocupen de la política y los dejen hacer y deshacer.

El pueblo está asimilando la enseñanza, aunque nuestra clase política es de lento aprendizaje, el que no aprende debe irse.

[email protected] | @luismedinalizal




Más noticias


Contenido Patrocinado