Fuera fueros

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Entre los que actúan y los que contemplan se decide el futuro de los mexicanos, la agenda de cambios profundos se sigue enriqueciendo con nuevos episodios. El gobierno de López Obrador camina en territorio minado porque la coalición en que sustenta su fuerza es de suya contradictoria. El presidente no ha puesto en práctica el … Leer más

Entre los que actúan y los que contemplan se decide el futuro de los mexicanos, la agenda de cambios profundos se sigue enriqueciendo con nuevos episodios. El gobierno de López Obrador camina en territorio minado porque la coalición en que sustenta su fuerza es de suya contradictoria.

El presidente no ha puesto en práctica el conjunto de medidas que aplican a oligarquías opuestas a reformas re-distributivas de la riqueza, cada paso debe ser calculado, aunque no se tenga la comprensión instantánea de quienes contemplan procesos históricos que asumen que su papel no es hacer, sino juzgar.

La revolución cubana tuvo que contener ansias radicales y no ocupar Guantánamo, tal como los gringos hubieran querido. La izquierda Argentina no emprende la gran cruzada patriótica de recuperar las Islas Malvinas, así el Presidente López Obrador tiene enfrente un archipiélago de Malvinas y Guantánamos en espera de precipitaciones aprovechables.

Con gran acierto, el presidente encontró la bandera más unificadora posible, acabar la corrupción, a la que se puede sumar y de hecho lo está haciendo gente de diversa posición económica y política: el acatamiento a la política de que todo mundo pague impuestos de parte de los contribuyentes revela la consciencia en esas élites de la urgencia de eliminar partes gangrenadas, la posibilidad de que la economía sea protagonizada por los auténticos valores empresariales empieza a serle atractiva a muchos que supusieron eterna la vinculación corrupta con funcionarios.

Las revelaciones, a cuentagotas, de Emilio Lozoya ya apuntan a todos los flancos políticos; lo mismo es lógico esperar de lo que salga del juicio contra García Luna y los otros prófugos de su equipo; de César Duarte y hasta de capturas como la de El Marro, el lodo cubre hasta un sector del clero católico que tiene años en armonía con los fervorosos creyentes del crimen organizado y ahora un gobernador de Morena aparece como uno de los que obtuvo tajadas por “jalar”; el Fiscal General de la República deberá salir del trance aplicando sin distingos lo que la ley dispone para que gobernadores como los de Querétaro, Tamaulipas y Puebla sean exonerados o ejemplarmente castigados; el escollo está en el Senado, sigue como la mejor garantía que tienen esos gobernadores de que todo se diluya, pregúntenle a El Bronco.

Miedo a dar el paso

¿Por qué los legisladores, aún los de su propio partido batean al presidente con eso del Fuero Constitucional? Por instinto de conservación de una clase política que sin fuero se siente encuerada y saben que en caso de que el presidente carezca de fuero no tendrán ningún argumento para conservar el suyo los gobernadores, y tantos y tantos detentadores de un privilegio que se convirtió en escudo de protección.

Los mexicanos tenemos que eliminar todo tipo de fuero porque son un gran escollo para el combate a la corrupción política.
¿De dónde proviene la fuerza para enfrentar la corrupción de la poderosa élite? López Obrador no tiene otro camino, solo puede apoyarse en el respaldo popular, clase-mediero y elitista, es decir a su lado necesita a los convencidos de que la piedrota en el camino de este país son las redes de corrupción enquistadas; en ese apoyo hay ricos y pobres, de izquierda y de derecha, con causas específicas y causas generales, periodistas, políticos con renovada consciencia, a ese universo contradictorio hay que informarlo con veracidad, por eso el ejercicio comunicacional del presidente es esencial aún con los riesgos inherentes a la sobreexposición; los poderosos intereses afectados disponen del esquema automático del “control de daños” donde se victimiza al villano y se villaniza a la víctima; aparecen opinantes compulsivos que en el pasado brillaron por su silencio y en su favor operan los contemplativos, esos que expiden dictámenes instantáneos.

Rémoras del pasado

Si el presidente no estuviera difundiendo una y otra vez su mensaje contra la manipulación de programas sociales no se habría logrado reducir a la irrelevancia a estructuras como la de “Servidores de la Nación” tan sesgadamente utilizadas por individuos mentalizados en los valores del viejo régimen, pero el efecto no se reduce a los programas federales, también distribuir calentadores solares, huevos, colchones y cobijas es totalmente inútil, la gente toma consciencia gracias a esa permanente labor comunicacional.

En su lucha contra la corrupción, el presidente encuentra resistencia en su elefante reumático: esa enorme burocracia educada en los viejos moldes incómoda con los cambios, pero también en segmentos de su propio entorno, lo han bateado con lo del Fuero Presidencial, solo la voluntad colectiva pondrá fin a ese escudo de pillos en que se convirtió el fuero constitucional.

La coalición legislativa “Juntos hacemos historia” pueden decir con más verdad “Juntos hacemos pachorra”.
Habrá lucha.

Nos encontramos el lunes en El Recreo




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