En su propia voz

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

Los productores del campo han carecido de representantes de sus verdaderos y legítimos intereses, así como de canales eficaces de comunicación con las autoridades que toman o aplican decisiones que les afecta. Por eso es alentador lo sucedido en Fresnillo el jueves 12 de marzo, donde más de 100 productores de diversos municipios zacatecanos se … Leer más

Los productores del campo han carecido de representantes de sus verdaderos y legítimos intereses, así como de canales eficaces de comunicación con las autoridades que toman o aplican decisiones que les afecta.

Por eso es alentador lo sucedido en Fresnillo el jueves 12 de marzo, donde más de 100 productores de diversos municipios zacatecanos se hicieron escuchar por representantes de Sader, Firco y Financiera Nacional del Desarrollo, a los que les hicieron reclamos fuertes, aunque respetuosos.

En el encuentro no hubo políticos partidistas usurpando representación. En lenguaje directo externaron sus inconformidades y se retiraron satisfechos, no solamente porque fueron escuchados sino por los acuerdos logrados.

Dichos acuerdos contemplan que Financiera Nacional del Desarrollo otorgará créditos a los productores con tasas preferenciales para la compra de Diesel, refacciones, fertilizantes y otros insumos, para lo cual se les solicita agruparse con “cinco, diez o más solicitantes”, a fin de compactar en lo posible los trámites y acelerar el proceso de obtención del crédito.

Además, se apoyará con semilla a los productores para la siembra del presente año por conducto de Segalmex.

En cuanto al Programa Producción para el Bienestar (Antes Procampo), el que se encuentre en el supuesto de poseer más de veinte hectáreas y por lo mismo queda al margen del apoyo previsto, podrá celebrar contrato de arrendamiento por una superficie menor a esa superficie y de ese modo podrá recibir el beneficio.

Conforme a la narración de algunos de los asistentes, en el transcurso del encuentro pudo advertirse la claridad que acerca de su situación poseen los productores, su disposición a escuchar y su concentración en el tema, ajenos a posturas “opositoras u oficialistas” que suelen contaminar estos reclamos cuando tienen como voceros a los políticos clientelares tradicionales, expertos en “acordar” al margen de aquellos en nombre de los que toman la palabra.

El Gobierno Federal disminuyó este año sensiblemente lo destinado al campo, acto que no se corresponde con la meta de la recuperación de la soberanía alimentaria.

Supongo que la drástica medida busca cortar de tajo la descomunal corrupción que condujo al fracaso productivo. Comparto a urgencia de eliminar intermediaciones costosas y deformantes y me pregunto ¿cómo deshacerse de los intermediarios para viabilizar proyectos, tramitar créditos, gestionar insumos y comercializar productos? y ¿cómo desprenderse del condicionamiento político partidista proveniente de autoridades vinculadas al campo de los tres niveles de gobierno?
La respuesta, en mi reflexión, consiste en secundar la voluntad presidencial de cancelar el clientelismo de que han sido objeto los hombres del campo, pero para eso es indispensable la participación de la gente del campo en la tarea.

Crisis de representación, superable

El Presidente de la República hereda una burocracia amoldada a la corrupción clientelar que aún no se adentra en la búsqueda de una relación distinta con los hombres del campo. A lo anterior se suman los que aprendieron a vender sus servicios de control al régimen a cambio de prebendas y escalones políticos.

El primer año como presidente de Cuba del Comandante Raúl Castro le brindó la oportunidad de ofrecer una lección sobre la naturaleza de la representación de los productores del campo. Reunido con los productores de tabaco y azúcar para escuchar el balance de su situación, detectó el maquillaje de la realidad en la intervención del líder principal, lo que llevó al veterano comandante revolucionario a interrumpirlo y dejarle muy claro que el papel de un dirigente de los productores es representar a los productores frente al estado, no al estado frente a los productores, por lo que lo conminó “a no disfrazar la dura situación de sus representados porque eso no ayuda ni a productores ni a autoridades”.

La lección del histórico gobernante cubano cae como anillo al dedo para explicar la disfuncionalidad de los representantes de productores en nuestro país, pues es bien sabida la red de “entendimientos” entre burócratas y “dirigentes” para administrar los conflictos del sector sacando provecho individual y beneficios electorales a partir del suministro selectivo de “apoyos”.
El funcionario del campo debe ser capaz de dialogar con los productores sin intermediarios, escuchar su enojo, pulsar sus esperanzas y entender sus frustraciones, prescindir del cómodo entendimiento con líderes “accesibles” a cambio de trato privilegiado y asumir con decisión la tarea de convencer, sin buscar reclutar adeptos “para el proyecto”.

Sanear la relación campo-gobierno

La organización de productores y campesinos debe asumir su rol de promotora de políticas generales en beneficio del sector, seguir en la lógica de reparto de semillas, créditos y tractores para unos cuantos, para el boletín de prensa, es desperdiciar el potencial organizativo.

Que como productores se asocien para producir y como ciudadanos para votar, eso es lo que funcionará para el bien de todos.

Nos encontramos el jueves en Recreo.

[email protected] | @luismedinalizal




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