Logo Al Dialogo
Trotamundos

Morismas de Bracho

Morismas de Bracho

Raúl Muñoz Del Cojo.

Esta tradicional representación encuentra su origen en el medievo de la Penínsuila Íberica, específicamente con las luchas entre “moros y cristianos”.

Raúl Muñoz del Cojo
|
5 de septiembre 2025

En el corazón de Zacatecas, cada año, las colinas de la capital se transforman en un escenario que nos remonta a tiempos muy antiguos y nos brindan una experiencia vibrante y colmada de vida. Cuando llega la fecha, las Morismas de Bracho reviven una de las representaciones populares más viejas y grandiosas de nuestro México. Este evento apasionante es una mezcla de teatro, devoción religiosa, identidad y fiesta popular, la cual sigue vigente desde hace más de 190 años.

Esta tradicional representación encuentra su origen en el medievo de la Penínsuila Íberica, específicamente con las luchas entre “moros y cristianos”. Estas escenificaciones surgen a raíz de la reconquista, un extenso periodo de la historia española que abarcó de los siglos ocho al quince, durante el cual los reinos cristianos buscaban recuperar el territorio ocupado por los musulmanes.

Los relatos de las batallas y conversiones, transmitidos por generaciones y recreados en plazas públicas, sirvieron como escuela a la educación religiosa. Al llegar los españoles a América, estas tradiciones llegaron con ellos y enriquecieron la cultura propia de cada región. En nuestro estado, las Morismas se consolidaron como algo emblemático, asentándose principalmente en el cerro de Bracho al norte de la capital de nuestro estado.

Una de las particularidades de nuestras morismas es que integran tres tiempos distintos o épocas dentro de su representación las cuales son las siguientes: la época bíblica, la edad media legendaria y la época renacentista, entrelazándose simbólicamente reflejando la luz y la oscuridad, la fe y la herejía, también la victoria espiritual sobre el enemigo.

El nombre de la festividad hace referencia a su sede, el cerro de Bracho, sitio que desde el siglo diecinueve ha sido el principal escenario de la celebración. El terreno accidentado del cerro así como sus vistas panorámicas, logran se potencie la magnitud y espectacularidad de estas representaciones. Allí cada año, familias zacatecanas y de comunidades circunvecinas instalan sus campamentos, conviven y participan en sus preparativos por varios días creando un ambiente de hermandad y colaboración colectiva.

Las Morismas se llevan a cabo principalmente el último fin de semana de agosto en honor a San Juan Bautista, patrono de esta comunidad. La representación dramatiza las batallas entre el ejército cristiano de Carlomagno y paladines contra los musulmanes liderados por Bayoán. 

La obra se desarrolla a lo largo de varios días y abarca distintos episodios: la llegada de los mensajeros, las negociaciones fallidas, la declaración de guerra, las grandes batallas, la intervención de los santos, la conversión y bautismo de personajes principales, y finalmente, la victoria cristiana. Aunque la base argumental es compartida, cada edición puede presentar variantes y adaptaciones creadas por los mismos participantes, quienes transmiten el guion y los roles de generación en generación.

Sin duda lo más llamativo de las Morismas es el despliegue del vestuario y caracterización. Los participantes, ya divididos en los dos grandes bandos (moros y cristianos) cuentan con generales, soldados, caballeros, princesas y personajes religiosos. De estos llaman la atención sus uniformes coloridos inspirados en la iconografía medieval europea y la cultura popular zacatecana. Estas piezas se elaboran por ellos mismos y son en ocasiones herencia con un alto grado de tesoro familiar.

Desde 2022, las Morismas de Bracho fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de Zacatecas y se impulsa el reconocimiento ante la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad.

En esta representación pasada del 31 de agosto, nuestra capital recibió la visita de los representantes del Récord Guiness para certificar esta representación como la más grande del mundo, donde participaron 17,600 cofrades en el tan característico desfile tradicional que recorrió las principales calles del centro histórico rumbo al cerro de Bracho.

Independiente al Record Guiness, las Morismas son mucho más que una representación escénica; son un legado vivo, dinámico y encarnado en la comunidad de la capital. Gracias a esto, los zacatecanos y visitantes año con año, nos seguimos emocionando y asombrando por este suceso, poniéndonos en la mira del mundo como símbolo inquebrantable de tradiciones y riqueza cultural que definen actualmente a nuestro México.

Estas son las notas que se deben replicar, enhorabuena por los participantes, organizadores y demás involucrados que lograron que nuestro Zacatecas sonara mundialmente.

Hasta la próxima.

reproductor
Tik tak zac S.A. de C.V.- De no existir previa autorización por escrito, queda expresamente prohibida la publicación, retransmisión, edición y cualquier otro uso de los contenidos de este portal.