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Hotel Regis, un antes y después en la historia de México

Hotel Regis, un antes y después en la historia de México

Raúl Muñoz Del Cojo.

Este hotel no solo era sinónimo de lujo y elegancia, fue también testigo de innumerables eventos históricos y encuentros sociales.

Raúl Muñoz del Cojo
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19 de septiembre 2025

A 40 años del temblor que cimbró la Ciudad de México, y como un homenaje para los que se fueron y siguen con nosotros después de esa tragedia, hablaré de uno de los edificios más emblemáticos de esta ciudad, el cual desafortunadamente sucumbió ante dicho fenómeno natural.

El Hotel Regis fue uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México durante gran parte del siglo pasado. Estaba ubicado en la Av. Juárez y Balderas en el corazón de la ciudad de los palacios. Este hotel no solo era sinónimo de lujo y elegancia, fue también testigo de innumerables eventos históricos y encuentros sociales. Desafortunadamente para nosotros, su historia cambió de una manera dramática el 19 de septiembre de 1985 a raíz del sismo, evento que marcó un antes y un después en la memoria urbana de la ciudad, así como en el corazón de todos los mexicanos.

El Regis se fundó en la década de 1920 y se posicionó casi inmediatamente como uno de los hoteles de más prestigio de la CDMX. Su arquitectura de estilo neoclásico, combinada con detalles art déco, lo hacía un punto de referencia visual en el Paseo de la Reforma y la Alameda Central. Dicha propiedad contaba con tres puntos que lo hacían inigualable como figura de hospedaje, los cuales describo a continuación.

A) Ubicación estratégica: Su cercanía al Palacio de Bellas Artes, la Alameda Central, y el Teatro Hidalgo lo hacían el lugar ideal para sus visitantes o para los locales.

B) Centro Social y Cultural: Además de sus lujosas habitaciones y suites, el hotel contaba con restaurantes, bares y salones para eventos donde albergaban casi a diario conciertos, exposiciones y tertulias.

C) Prestigio y elegancia. Como hotel, era el predilecto de artistas, políticos, celebridades internaciones y empresarios. Sus instalaciones durante la vida del hotel, recibieron desde banquetes diplomáticos y bodas de la más alta sociedad nacional.

Sin dudarlo le afirmo que la vida diaria de este hotel reflejó por muchos años el dinamismo de esta gran ciudad. Al estar dentro de este lugar, sus pasillos eran testigos de un extraordinario tejido de relaciones comerciales y políticas, también sus terrazas ofrecían la mejor vista de una ciudad en constante transformación.

Dentro de su historia, El Regis presume haber sido escenario de importantes eventos históricos, tales como una cantidad incontable de reuniones durante el auge del cine mexicano y encuentros literarios de la época dorada de nuestra cultura nacional.

Todo cambió un 19 de septiembre, recuerdo que estábamos en casa en Fresnillo preparándonos para salir a la escuela, y mientras nos tomábamos nuestro licuado, vimos a Lourdes Guerrero avisando que estaba temblando. La señal se cortó y no supimos hasta nuestro regreso los efectos devastadores del temblor que tuvo una magnitud de 8.1 grados Richter.

Por desgracia, el Regis no fue el único afectado ya que las ondas sísmicas arrasaron con decenas de edificios y cambiaron la fisonomía del centro histórico para siempre. El Hotel Regis, con su estructura de varios pisos y más de 200 habitaciones, respondía en construcción y materiales a los estándares de principio del siglo veinte, mismos que no resistieron la fuerza del terremoto. El edificio colapsó casi en su totalidad, atrapando a huéspedes y empleados en sus escombros. Se dice que esa mañana, el hotel estaba a más de un 90% de ocupación.

El Regis fue uno de los edificios más afectados; su caída se convirtió en símbolo de desastre, mostrando también la vulnerabilidad de las construcciones de principios del siglo pasado ante estos desastres naturales.

En cuanto a lo social, la tragedia cobró un número importante de vidas y generó una profunda conmoción en nuestra sociedad. El hotel pasó de ser uno de los mejores y de más abolengo en tan solo 24 horas en un terreno de búsqueda y rescate.

Las imágenes del Hotel Regis colapsado, circularon por medios nacionales e internacionales, representando el luto y la solidaridad de una nación ante cualquier adversidad.

Durante semanas, los equipos de rescate y voluntarios trabajaron incansablemente en la zona cero, siendo estas labores interrumpidas regularmente por réplicas y el riesgo de derrumbes adicionales.

Para los que recordamos este majestuoso hotel, su imagen prevalece como símbolo de fragilidad y resiliencia.

Con el paso del tiempo, el terreno donde estaba el Hotel Regis se convirtió en un baldío, fue un espacio vacío que cambió la dinámica del centro de la ciudad. Años después, el terreno se transformó en la Plaza de la Solidaridad, parque que honra la valentía y unión de las personas que participaron en las labores de rescate.

A cuatro décadas del temblor, el Hotel Regis sigue presente en la memoria colectiva de los capitalinos, donde su historia entre el esplendor y la tragedia inspiró a muchos para la creación de libros, documentales, etc.

La experiencia del Regis nos deja un gran mensaje para aprender más sobre protección civil y la prevención de riesgos en esta clase de desastres.

El Regis fue mucho más que un edificio, fue un testigo incansable de la vida de los capitalinos por más de medio siglo, y a la fecha, representa una herida abierta en nuestra historia. Sin duda parte de su legado está en la sensibilización de las personas en situaciones de emergencia.

Para todos los que perdieron seres queridos hace 40 años, mi solidaridad y respeto; también para todos los voluntarios y cuerpos de rescatistas que participaron; gracias, gracias, gracias.

Hasta la próxima.

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