Los daños tras la Batalla

Un agradecimiento a la señora Gaby Sescosse y a la maestra Josefina Nava por permitir el uso de imágenes provenientes de la Colección Fotográfica Federico Sescosse Lejeune. En el tema de los daños que sufrieron los edificios de la ciudad a causa de los combates efectuados durante la Batalla de Zacatecas es recurrente citar la … Leer más

Un agradecimiento a la señora Gaby Sescosse y a la maestra Josefina Nava por permitir el uso de imágenes provenientes de la Colección Fotográfica Federico Sescosse Lejeune.

En el tema de los daños que sufrieron los edificios de la ciudad a causa de los combates efectuados durante la Batalla de Zacatecas es recurrente citar la destrucción del Palacio Federal, antiguo edificio colonial que tuvo la función de caja real.

Su desaparición es atribuida por algunas fuentes a los federales, aunque también hay opiniones que incriminan a los revolucionarios.

Sin embargo, más allá de este hecho, el consignar el citado Palacio Federal como la única pérdida relevante acontecida en la Toma de Zacatecas nos reduce a repetir lo que en años se ha dicho sobre la ciudad y los perjuicios que vivió en los hechos de guerra acontecidos al comienzo del verano de 1914, asunto que parece que no está bien revisado.

Por lo anterior, valdría hacer un rápido repaso de otros inmuebles que fueron objeto del infortunio.

Hacienda de 5 Señores    
La hacienda era un complejo habitacional, administrativo e industrial del siglo 18 dedicado al beneficio de la plata. Se ubicaba al extremo sur de la ciudad, rumbo al Orito y el antiguo camino hacia Jerez.

Durante los días 21 y 22 de junio de 1914 fue un baluarte federal que intentó contener la ofensiva de varios miles de hombres de la División del Norte, apoyada por diez piezas de artillería.

Tras ser ocupada por los revolucionarios, los huertistas intentaron recuperarla con refuerzos y el apoyo de la artillería emplaza en la estación del ferrocarril y el Cerro de la Bufa.

En la actualidad, la hacienda ya no existe, solo queda en pie su capilla en la colonia 5 Señores. En algo la vorágine de la batalla le habrá afectado al haber sido sitio de intensos combates.

Estación del ferrocarril
Construida en la década de 1880, fue un ejemplo de la temprana manufactura porfiriana en el tema de estaciones de trenes.

En los días de la Toma de Zacatecas, al representar un enclave de importancia castrense, los huertistas la fortificaron con artillería y atrincheramientos. 

El lugar fue escenario de crudos enfrentamientos, no es de extrañar que los diversos edificios de la estación hayan sido dañados, al grado que haya corrido la suerte de muchas estaciones del ferrocarril central mexicano al ser incendiadas. 

La Ciudadela o cuartel federal
En el lugar que ocupa hoy en día la escuela primaria Enrique Estrada, unas cuadras atrás de catedral, existió otro edificio de origen conventual y que tuvo desde el siglo 19 la función de cuartel.

El nombre que se le dio al recinto fue La Ciudadela, cuyas instalaciones fueron adaptadas para el alojamiento de tropa y resguardo de pertrechos, así como un extenso terreno que hizo las veces de caballerizas.

Tras la Batalla resultó seriamente dañada, algunos testimonios de la década de 1920 ya la mencionan como un lugar en estado ruinoso. 

El Observatorio Meteorológico
Situado en una de las partes más elevadas del Cerro de La Bufa, su ubicación le permitió ser testigo de gran parte del escenario de guerra, pero también le condenó a ser blanco de los disparos.

Ello ocasionó que quedaran estropeados los aparatos necesarios para su funcionamiento, por lo que estuvo inutilizado por cerca de 10 años. 

El Teatro Fernando Calderón
Aunque puede considerarse que este recinto tuvo daños menores, sufrió la pérdida de sus vitrales originales por efecto de los disparos y explosiones.

 También parte de su inmobiliario fue perjudicado por la rapiña que efectuó la tropa revolucionaria que ingresó al teatro.

Polvorín de Bracho
El general Felipe Ángeles describe en su diario que entre los cerros de La Bufa y El Grillo se encuentra una formidable fortificación en donde se avistaba numerosa tropa federal.

Este inmueble seguramente fue el polvorín Gallinar, que junto con la Hacienda de Minas de las Mercedes, tuvieron el papel como la última línea defensiva federal al norte de la ciudad.

Las dos fincas se edificaron en el área que hoy conocemos como Bracho. En la actualidad, el polvorín ya no existe y gran parte de la hacienda ha desaparecido.

Aquí surge la interrogante qué tuvo que suceder para que las gruesas paredes del vetusto depósito de pólvora hayan caído, así como parte de la infraestructura de la hacienda de Las Mercedes. ¿Será que fueron blanco del fuego hecho por el grueso de la artillería villista?

Las cicatrices de la lucha
En varios edificios aún quedan testimonios de los impactos de proyectiles como en el Portal de Rosales y en el frontispicio del Templo de Guadalupito.

Sin embargo, ya ha trascurrido un siglo de la Toma de Zacatecas y gran parte de las evidencias que dejó la lucha ya desaparecieron por los remozamientos que durante décadas se han realizado en la ciudad, particularmente en su Centro Histórico, lo que limita el poder hacerse de una idea aproximada de las consecuencias de la Batalla en los edificios de la ciudad.

Pero también es de ignorarse los detrimentos que habrán tendido inmuebles dedicados a las labores mineras y que se ubicaron en la serranía zacatecana.

Sin duda, el conocer con mayor profundidad los daños que sufrió la ciudad ayudará a entender mejor el papel que le tocó a Zacatecas como escenario de guerra.

Imagen Zacatecas – Limonar Soto