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La afección empeora lentamente con el tiempo, los pulmones y el sistema digestivo se dañan cada vez más.
La fibrosis quística es una enfermedad hereditaria, se acumula mucosidad pegajosa en los pulmones y el sistema digestivo, lo que causa infecciones pulmonares y problemas para digerir los alimentos.
De acuerdo con el National Health Service (NHS) de Reino Unido, los síntomas generalmente comienzan en la primera infancia y varían de un niño a otro.
La afección empeora lentamente con el tiempo, los pulmones y el sistema digestivo se dañan cada vez más.
Los síntomas de la fibrosis quística incluyen:
Si la mucosidad pegajosa se acumula en los pulmones, puede causar problemas respiratorios y aumentar el riesgo de infecciones pulmonares. Con el tiempo, los pulmones dejan de funcionar correctamente.
La mucosidad también obstruye el páncreas, el órgano que ayuda con la digestión; lo que impide que las enzimas lleguen a los alimentos en el intestino y ayuden con la digestión.
Las personas con fibrosis quística, en su mayoría, no absorben adecuadamente los nutrientes de los alimentos y necesitan comer más calorías para evitar la desnutrición.