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Cada vez más estudios confirman que meditar de forma regular puede reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y beneficiar la salud física de manera significativa.
MÉXICO.- La meditación ha dejado de ser una práctica espiritual marginal para convertirse en una herramienta reconocida por la ciencia.
Cada vez más estudios confirman que meditar de forma regular puede reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y beneficiar la salud física de manera significativa.
Estas son siete formas en que la meditación transforma el bienestar general, con base en investigaciones verificadas y recomendaciones de expertos en salud mental.
El estrés crónico puede afectar el sistema inmunológico, provocar insomnio y contribuir a enfermedades cardiovasculares. Según un estudio publicado en Psychosomatic Medicine, la meditación de atención plena (mindfulness) reduce significativamente los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en quienes practican regularmente.
La meditación promueve una mayor actividad en las áreas del cerebro asociadas con la regulación emocional. La Universidad Johns Hopkins analizó 47 estudios clínicos y concluyó que la meditación es tan efectiva como algunos medicamentos para tratar la ansiedad y la depresión leve.
Una investigación de la Universidad de Wisconsin reveló que las personas que meditan experimentan una mayor activación en el lóbulo frontal izquierdo del cerebro, una región vinculada a las emociones positivas. Esta actividad está asociada con un aumento en la sensación de bienestar general.
Un estudio publicado en Annals of the New York Academy of Sciences indicó que la meditación influye en la expresión genética de las células inmunológicas. Las personas que meditan regularmente mostraron una mayor resistencia a enfermedades respiratorias y mejor recuperación.
Practicar técnicas de relajación meditativa antes de dormir ayuda a calmar la mente, facilitando el descanso. Un estudio de la Universidad de California demostró que la meditación consciente mejora el insomnio y la eficiencia del sueño en adultos mayores.
La American Heart Association respalda la meditación como una intervención complementaria para reducir la presión arterial. El efecto de la meditación sobre el sistema nervioso autónomo permite que los vasos sanguíneos se relajen y la presión arterial disminuya naturalmente.
Según el Journal of Cognitive Enhancement, solo ocho semanas de meditación diaria pueden mejorar la atención sostenida, la memoria operativa y la velocidad de procesamiento. Esto se debe a que la práctica meditativa promueve la neuroplasticidad cerebral.
No necesitas horas ni experiencia para beneficiarte de la meditación. Comienza con cinco minutos al día, en silencio, enfocándote en tu respiración. Aplicaciones como Insight Timer, Calm o Headspace pueden guiarte paso a paso.
La meditación no es una cura mágica, pero sí una práctica comprobada para mejorar la salud física y emocional. Ya sea para reducir el estrés, dormir mejor o sentir más alegría, integrar la meditación a tu rutina diaria puede marcar una gran diferencia en tu vida.