Marcador cerrado, escándalos abiertos

Lo nuevo es que arranca el Play-In de la LNBP, y en Zacatecas también se vive su propio torneo: políticos y funcionarios compitiendo por ver quién hace la mejor finta.
Mineros recibe a los Santos este jueves y viernes. Duelo parejo: uno representa el trabajo duro, y el otro la fe… aunque en ambos casos, los aficionados siguen esperando milagros. Como los ciudadanos, que ya no saben si prenderle una vela al santo o denunciar al minero.
Por su parte, los Gambusinos se lanzan a Chihuahua para enfrentar a los Dorados. Mientras en la duela se disputan rebotes, en Zacatecas la política rebota denuncias: José Narro destapó la cloaca en la Delegación del Bienestar, y el aroma llegó a todos lados… menos a donde debería. Es como un triple desde media cancha: todos lo vieron, nadie lo marcó.
Y hablando de jugadas fallidas, las lonas que preguntaban “¿Hasta cuándo el fiscal anticorrupción protegerá a Miguel Alonso?” aparecieron… y desaparecieron. Fueron como un mal tiro: sin dirección, sin impacto, y sin rebote político. Un intento de campaña que pasó más desapercibido que un bloqueo legal en domingo.
Donde sí hubo movimiento fue en Jerez, donde Rodrigo Ureño y Miguel Varela se dejaron ver bien juntitos. ¿Casualidad? ¿Cortejo político? ¿Ensayo para el Distrito Federal 2? Suena a pick and roll electoral. Aunque con la política local, nunca se sabe si la jugada es para anotar o para que el otro cargue con la falta.
Al final, lo nuevo es que nada cambia: los equipos se juegan la vida en la duela, mientras los políticos sólo se juegan la pose. Con la diferencia de que, en el deporte, al menos hay reloj, reglas claras y alguien que marca las faltas. En la política… puro dribbling.
Nos vemos el jueves en el Marcelino González.