
Opinión Nubia Barrios
Un adolescente puede vivir con nosotros, pero sentirse solo o sola emocionalmente y eso poco a poco va permeando en su estabilidad.
Al ver la serie de ADOLESCENCIA, me di cuenta de que la tarea que hemos estado haciendo en el IZAI con el programa CONECTA CON EMPATÍA no ha sido menor, en realidad, con ello se demuestra que el IZAI ha sido punta de lanza en cuanto a temas de actualidad se refiere.
¿Qué lecciones pudiésemos aprender de esta serie la cual recomiendo ampliamente?
Los adolescentes no “se portan mal” por gusto, están gritando con lo que pueden, porque no se sientes escuchados, no basta con saber “donde están”, tenemos que saber “CÓMO ESTÁN”.
Un adolescente puede vivir con nosotros, pero sentirse solo o sola emocionalmente y eso poco a poco va permeando en su estabilidad, sí, claro, necesitan límites, pero más necesitan VÍNCULO, el revisar su cuarto, revisar su celular, revisar su mochila NO ES CONEXIÓN.
Señores padres de familia que me hacen el favor de leerme, aquí no aplica la frase de: “yo a su edad era diferente”, porque no crecimos con la presión de los likes, filtros, comparaciones, pornografía a un click y retos virales.
Señores, nos encontramos en otro mundo y nuestros adolescentes están sobreviviéndolo, el adolescente que agrede consume o se encierra no es un caso aislado, es un llamado y ese llamado necesita intervención, guía y acompañamiento real.
Ningún niño nace odiando, ningún adolescente se vuelve violento de la nada, lo que no se nombra, actúa y lo que no se trata, avanza.
Esta serie puede doler, pero también puede DESPERTAR. Qué no sea sólo una serie más en nuestra lista, que no se trate de una conversación pendiente, sino que se convierta en el inicio de una PRESENCIA REAL.
No esperemos a que nos pidan ayuda hay que OBSERVAR, nuestros hijos no nos dirán: “creo que tengo ansiedad” van a decir: “no quiero ir a la escuela”, “déjame en paz”, “estoy cansado” y muchas veces, no va a decir nada…