¿Verborreico, logorreico o un vulgar rollero?

Eduardo Ruiz-Healy.
Eduardo Ruiz-Healy.

Ayer, durante la conferencia de prensa presidencial que condujo la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, vi y escuché las intervenciones del subsecretario supuestamente responsable de la Prevención y Promoción de la Salud. Minutos más tarde, a las 8:42 de la mañana (centro) difundí este comentario por Twitter y Facebook: “¿Por qué Hugo López-Gatell dice … Leer más

Ayer, durante la conferencia de prensa presidencial que condujo la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, vi y escuché las intervenciones del subsecretario supuestamente responsable de la Prevención y Promoción de la Salud.

Minutos más tarde, a las 8:42 de la mañana (centro) difundí este comentario por Twitter y Facebook:

“¿Por qué Hugo López-Gatell dice con 200 palabras lo que puede decirse con 50? ¿Padece de verborrea (verbosidad excesiva), logorrea (locuacidad excesiva; habla incontrolable y continua característica de algunas enfermedades) u otro mal que explique su incontinencia verbal? Su incontinencia es similar a la de otro personaje funesto y siniestro de nuestra historia: Luis Echeverría, quien fue presidente de México de 1970 a 1976. Él también decía con muchas palabras lo que podía decirse con menos. Caray, hasta hay cierto parecido físico entre ambos”.

Mi comentario surgió después de que escuché la respuesta que dio a la pregunta que le hizo un reportero. Así fue el intercambio:

Reportero: “… Se mencionaba que esta vacuna Sputnik V no es adecuada para los adultos mayores. ¿Qué nos puede indicar? Obviamente está el artículo de The Lancet, doctor Gatell”.

HLG: “Efectivamente, vemos una vez más cómo la desinformación nos hace daño, esta es la infodemia de la que se ha hablado en el mundo entero (…) vemos una vez más cómo distintos grupos de interés, por razones varias, empiezan a desacreditar a la salud pública (…) lo que vemos es este comportamiento a veces irracional, fóbico, ante ciertas intervenciones de salud pública como las vacunas, o a veces el uso oportunista de información parcial o distorsionada para posicionar mensajes que desacredite algo que debe ser de interés púbico general”.

Y así, después de utilizar 157 palabras para calificar como desinformadores, irracionales, fóbicos y oportunistas a quienes cuestionábamos la eficacia de la Sputnik V debido a la ausencia de información verificada por expertos, como la que por fin se publicó en la prestigiada revista médica británica The Lancet, el charlatán corresponsable del fracaso de la lucha contra la pandemia en México dedicó otras 270 palabras para responderle al reportero.

Del total de 427 palabras que salieron de su boca, solo siete sirvieron para responder la pregunta que se le hizo: “…es eficaz también en personas adultas mayores”. O sea, 420 palabras fueron puro rollo.

El Diccionario Médico publicado por la Clínica de la Universidad de Navarra proporciona estas definiciones:

“Logorrea: Locuacidad exagerada, flujo verbal inagotable y desordenado. Se manifiesta sobre todo en los estados maníacos y, en ocasiones, en algunas afasias sensoriales. También aparece en las intoxicaciones por algunas sustancias psicoactivas (alcohol, cocaína), especialmente en sus momentos iniciales.

“Verborrea: Alteración cuantitativa del flujo del lenguaje, que se caracteriza por la aceleración y prolijidad del discurso y la dificultad para ser interrumpido. Es un síntoma típico de los estados maníacos. También puede encontrarse en otras psicosis (por lo general de tipo orgánico), en cuadros de agitación, en estados ansiosos, etc.”.

El locuaz subsecretario ¿es logorreico, verborreico o nada más un vulgar rollero? Solo un psiquiatra puede responder esta pregunta.




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