Vacunación, primera parte

Estamos a unos días de cumplir un año de que se haya declarado la emergencia sanitaria en nuestro país, con ello el confinamiento, la distancia social y la práctica eliminación de un estilo y forma de vida en sociedad ha obligado a replantear nuevas formas, nuevas medidas de convivencia y de esperar que pronto podamos … Leer más

Estamos a unos días de cumplir un año de que se haya declarado la emergencia sanitaria en nuestro país, con ello el confinamiento, la distancia social y la práctica eliminación de un estilo y forma de vida en sociedad ha obligado a replantear nuevas formas, nuevas medidas de convivencia y de esperar que pronto podamos recuperar actividades tan esenciales como acudir a la escuela o al trabajo de manera cotidiana.
El 2021 dio inició con la noticia de que la vacuna para combatir el Covid-19 sería una realidad, prácticamente todos los países del mundo, en función de sus posibilidades y recursos disponibles, formularon políticas y esquemas para la vacunación casi universal por etapas y sectores de la población. El gobierno de México estableció su estrategia y anunció su esquema de vacunación, empezando por el Sector Salud, los grupos de edad vulnerables y las regiones marginadas del país en primer lugar, criterios que han logrado una gran aceptación por parte de la sociedad en general.

Sin embargo, y como distintivo de una pandemia vigente, la realidad se ha impuesto, y se ha obligado a replantear, reorganizar y modificar algunos planes del Gobierno Gederal, pues ante la insuficiente producción y la alta demanda, ha sido complicado poder cumplir con los tiempos y la cobertura prevista.
En Zacatecas, apenas hace un par de semana se dio inicio a la vacunación en las zonas mas lejanas y marginadas del estado, y de no haber sido por un caso de corrupción por parte de funcionarios federales que permitieron la vacunación de personas ajenas todo hubiera transcurrido sin mayor problema.
Esta semana, prácticamente con unas cuantas horas de anticipación se dio a conocer que iniciaría la vacunación en adultos mayores de 60 años de la zona metropolitana, donde se concentra la mayor cantidad de personas a nivel estatal.
De manera personal y con la intención de acompañar a mi padre, pude asistir a uno de los centros de vacunación que se dispusieron, donde es necesario señalar que se apreciaba un animo esperanzador y alegre que desde hace tiempo no se percibía de manera tan generalizada; la expectativa es alta, pues al estar vacunado no solo disminuye el temor a un contagio que pudiera resultar mortal, si no que motiva a un próximo retorno de las actividades sociales.
Y aunque se dejó ver una terrible difusión y comunicación de parte de los responsables, que sin duda son cosas que pudieran mejorarse y que contribuirían de manera exponencial a mejorar la organización, sin embargo, se pudo apreciar como de manera igualitaria se atendía a todos, siempre y cuando les correspondiera a su fecha y horario. No importaban las largas filas, el frío de la madrugada o el sol del mediodía, el buen animo dominaba la atmósfera y la cara de tranquilidad y paz de nuestros adultos mayores después de salir del modulo de vacunación hacia que todo valiera la pena.
Hoy el reto continúa, pues apenas se ha logrado iniciar con una primera dosis a un diminuto porcentaje de la población, la espera de la segunda dosis será fundamental para calificar la estrategia de vacunación como satisfactoria, y al mismo tiempo se requiere agilizar la vacunación a todos los demás sectores de la población. Mientras tanto otros países como Estados Unidos, Israel, Alemania, etcétera están poniendo el ejemplo de estrategias más eficaces.

 




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