Un sistema equivocado

Juan Carlos Ramos León.
Juan Carlos Ramos León.

En México estamos en crisis. Otra vez. Pero haga usted memoria y respóndase a la pregunta; ¿cuándo no hemos estado en crisis? Siempre hemos vivido bajo la sobra de la corrupción. Van unos y vienen otros, pero todos encuentran tarde o temprano la forma de despacharse con la cuchara grande. ¿Quién dijo que gobernar un … Leer más

En México estamos en crisis. Otra vez. Pero haga usted memoria y respóndase a la pregunta; ¿cuándo no hemos estado en crisis? Siempre hemos vivido bajo la sobra de la corrupción. Van unos y vienen otros, pero todos encuentran tarde o temprano la forma de despacharse con la cuchara grande.

¿Quién dijo que gobernar un país les corresponde a los políticos y no a los empresarios, a los científicos, a los intelectuales, a los ingenieros o a los doctores? Todos nos hemos hecho a un lado y hemos dicho: “cedan el paso al señor político, esa tarea le corresponde a él”. Sí, a él, a ese que no sabe cómo se crea de la nada un peso de manera que, siempre que llega, el peso ya está ahí, listo para dividirse en partes bajo la dinámica: esto para salud, esto para educación, esto para seguridad pública, esto para la cultura, esto para el deporte, esto para la investigación científica y tecnológica y esto para iniciativas que aseguren el desarrollo del país y el consecuente crecimiento en los niveles de prosperidad para todos sus habitantes.

Para desempeñar estas funciones dejamos que se elija a personas que no tienen o llegan a perder la conciencia de ser administradores y no dueños de aquello que fue confiado a sus manos.

Se tendría que elegir a los mejores en valores morales. Lo malo es que quienes viven con estricto apego a ellos son prósperos y viven con cierta tranquilidad como empresarios o como funcionarios de organismos privados que los saben cuidar para retenerlos. Y, si no necesitan de salir a empujar el carro de la administración pública ¿para qué despeinarse? Que lo hagan otros. Y tienen cierta razón, claro. Pero, entonces, las cosas seguirán marchando igual. Y seguirán arribando por camadas completas a la administración pública aquellos a quienes se los estamos permitiendo por nuestras omisiones. Y de omisión también se peca.

Así que, la próxima vez que se queje usted de quien le gobierna, por favor no olvide que usted no hizo lo suficiente para impedir que aquel llegara hasta donde está y asuma la parte de responsabilidad que le corresponde.

*[email protected]




Más noticias


Contenido Patrocinado