Un día Sin Nosotras

Claudia Edith Anaya Mota, Senadora de la República.
Claudia Edith Anaya Mota, Senadora de la República.

“Un Día sin Nosotras” o “El 9 nadie se mueve” fue una convocatoria pública emanada principalmente de mujeres que forman parte de la sociedad civil, es decir, ellas no defienden una ideología de izquierda o de derecha, ni tampoco son parte de ningún partido político. Estamos hablando en esencia, de un sector de la población … Leer más

“Un Día sin Nosotras” o “El 9 nadie se mueve” fue una convocatoria pública emanada principalmente de mujeres que forman parte de la sociedad civil, es decir, ellas no defienden una ideología de izquierda o de derecha, ni tampoco son parte de ningún partido político. Estamos hablando en esencia, de un sector de la población que ha decidido, de manera paradójica, visibilizar con su ausencia, el hartazgo ante el incremento desmedido de la inseguridad y la violencia de género que pareciera que ninguna autoridad es capaz de parar y que además, vive la indolencia de las instituciones públicas que muy poco han hecho para protegerlas o al menos, escucharlas.

El Paro Nacional tuvo también como meta, visibilizar la falta de mujeres en todos los espacios, tanto en el ámbito público como privado, así como resaltar la importancia de lo que cada una de nosotras aporta en el desarrollo del país.

Es mentira quienes señalan que es un movimiento orquestado por los partidos políticos opositores. Ante los homicidios de Brenda, de Ingrid, de la pequeña Fátima y de tantas y tantas mujeres anónimas, la sociedad no ha perdido su capacidad de asombro y por ello, es que parte del sector público y privado, se sumó a esta convocatoria apoyando a todas aquellas mujeres que en su libre decisión, desearon manifestarse ausentándose ese día.

No conozco a una sola persona que esté en contra del llamado a los poderes públicos: Alto a la violencia contra las mujeres. No más dolor de las familias que también son víctimas. Se equivoca quien trata de dividirnos diciendo que “el neoliberalismo” es el culpable, se equivoca quien asume que este llamado es un asunto de “conservadores” frente a “liberales”, se equivoca también quien supone que es un asunto de “mujeres contra hombres”. Esta violencia inusitada, es consecuencia del fallo de nuestra sociedad porque pareciera que perdimos nuestra solidaridad; ha fallado nuestro sistema de justicia al no ser capaz de detener la violencia de género y ha fallado también el entramado institucional que se supone, nos debe proteger.

Tomemos en cuenta que esta administración cometió la insensatez (y muchos lo dijimos) de cancelar el presupuesto destinado para las mujeres víctimas de la violencia. Se cambiaron las instituciones a cambio de dinero. Estamos viendo que esta estrategia no funciona en el tema de protección a las mujeres, porque el dinero, nunca sustituirá a las garantías que debe ofrecer el Estado Mexicano a quienes son vulneradas por agresores.

Es lo mínimo que puede ofrecer el Estado: Seguridad y tranquilidad para nosotras y más, cuando representamos poco más de la mitad de nuestro país. Espero que este llamado no sólo al Presidente, sino al Congreso de la Unión, a los tribunales de justicia, los ministerios públicos, la policía, la Guardia Nacional y todo aquel que tenga un papel en el diseño y ejecución de las leyes, surta efecto, se deje de lado la retórica y empiece a haber hechos contundentes de gobierno que disminuyan la violencia contra las niñas y mujeres.

Como Senadora de la República, formo parte de lo que hemos denominado como “La Legislatura de la Paridad de Género”, que significa la consolidación de la garantía de igualdad entre las mujeres y los hombres en el acceso a la representación política en el Congreso de la Unión. Para mí, esto conlleva también el compromiso de cumplir con compromisos puntuales y específicos para que avancemos en la Agenda de Género, particularmente en el tema de violencia, porque éste es uno de los retos que aún nos quedan pendientes y es momento de responder al llamado de las mujeres que el próximo 9 de marzo, se sumarán al Paro Nacional, porque justo es lo que ellas están esperando de nosotros, las legisladoras y legisladores.

Claudia Edith Anaya Mota.




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