¿Se aproxima el fin de Trump y su funesto populismo?

Eduardo Ruiz-Healy.
Eduardo Ruiz-Healy.

Escribo esto antes de que inicie el debate de los candidatos a la vicepresidencia de Estados Unidos. Para cuando esto se publique ya habrán transcurrido varias horas desde el enfrentamiento verbal entre el actual vicepresidente, el republicano Mike Pence, y la senadora demócrata Kamala Harris. Supongo, por las características y la experiencia de cada uno … Leer más

Escribo esto antes de que inicie el debate de los candidatos a la vicepresidencia de Estados Unidos. Para cuando esto se publique ya habrán transcurrido varias horas desde el enfrentamiento verbal entre el actual vicepresidente, el republicano Mike Pence, y la senadora demócrata Kamala Harris.

Supongo, por las características y la experiencia de cada uno de ellos, que el debate se desarrolló de acuerdo a las reglas que ambos aceptaron previamente y que el público que los vio en su país y alrededor del mundo no tuvo que presenciar un espectáculo similar al que se dio el 29 de septiembre pasado, cuando en Cleveland (Ohio) el presidente Donald Trump en vez de debatir contra su rival, Joe Biden, demostró nuevamente ser un patán incapaz de respetar cualquier acuerdo previamente convenido.

También supongo que en el debate de anoche no hubo un claro ganador y, si es que lo hubo, el triunfo fue por un muy estrecho margen.

Baso mi anterior suposición en el hecho de que tanto Pence como Harris son excelentes polemistas que han participado en incontables debates y discusiones públicas, promoviendo y defendiendo sus ideas y propuestas y criticando las de sus oponentes.

Mucha gente olvida que de 1988 a 1999 Pence condujo varios programas de radio en Indiana, en donde, entre otras cosas, promovió y defendió sus ideas conservadoras, y que desde 1988 fue candidato republicano en ocho elecciones federales a la Cámara de Representantes Federal, ganando las últimas seis. Asimismo, en 2012 obtuvo la gubernatura de Indiana y luego, en 2016, la vicepresidencia de su país. En cada una de ellas debatió contra sus adversarios.

Por su lado, Harris ganó dos elecciones para ser fiscal del distrito de San Francisco (California), dos más para ser fiscal general del estado de California, y en 2016, la elección que la llevó al Senado estadounidense. Como fiscal participó en incontables juicios orales y en el Senado demostró ser una de las más aguerridas polemistas de ese órgano legislativo.

Si ayer Pence no fue un claro ganador del debate o si Harris no fue la gran perdedora, las cosas pintan muy mal para Trump porque, de acuerdo a casi todas las encuestas, Biden le ganará fácilmente la elección popular y, en lo que se refiere a ganar la mayoría de los 270 votos electorales requeridos para obtener la presidencia, el demócrata lleva una clara pero no contundente ventaja sobre el republicano.

Y si las encuestas no fueran un buen indicador de lo bajo que ha caído el hombre anaranjado ante el electorado, ayer se pronunciaron a favor de Biden el banco Goldman Sachs, el quinto más grande de EEUU, y las calificadora de valores Moody’s Analytics.

Por parte del banco, su economista jefe, Jan Hatzius, afirmó que un triunfo de Biden y de los candidatos demócratas al Senado  “probablemente nos impulsaría a mejorar nuestras previsiones” sobre la economía estadounidense.

Para Moody’s “las propuestas económicas de Biden, si se promulgan, crearían 7.4 millones de empleos más que las de Trump y la economía volvería al pleno empleo en la segunda mitad de 2022, casi dos años antes que bajo el plan de Trump”.

¿Terminará con la derrota de Trump la pesadilla populista que tanto daño le ha causado a EEUU y al mundo?

Ojalá…




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