Proteger a las mujeres

La pandemia de Covid-19 y sus múltiples consecuencias golpean con mayor crudeza a los sectores más vulnerables de la población. El más grande de esos grupos es el de las mujeres. Tal como lo demuestran las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, tan sólo en marzo, primer mes de la contingencia … Leer más

La pandemia de Covid-19 y sus múltiples consecuencias golpean con mayor crudeza a los sectores más vulnerables de la población. El más grande de esos grupos es el de las mujeres. Tal como lo demuestran las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, tan sólo en marzo, primer mes de la contingencia sanitaria, las llamadas al 911 de mujeres denunciando violencia doméstica se incrementaron 23% con respecto febrero de este mismo año y 191% si se toma como base marzo de 2019. El incremento de abril fue todavía superior: 210% por ciento.

Sin ningún sustento, como ya lo tuvo que reconocer la Oficina de la Presidencia, López Obrador afirmó de la manera irresponsable que lo caracteriza, que 90% de las llamadas recibidas en el 911 por violencia doméstica contra las mujeres eran falsas. Tal declaración desató, con toda la razón, la molestia de los grupos defensores de derechos, pues además de golpeadas, las víctimas ahora son tachadas de mentirosas por parte de un presidente que como he venido denunciando, sólo se importa a sí mismo.

Para colmo, el cierre forzoso de los juzgados durante las primeras semanas de la cuarentena demoró, además, la acción de la justicia, lo que para la situación de la creciente violencia contra las mujeres supuso una excusa más para la habitual Impunidad que supera 90% de los casos. Al respecto hay algo en lo que debemos estar completamente claros: mientras persista la falta de castigo, será muy difícil frenar a los violentos.

Pero el problema de las agresiones contra las mujeres de manos de sus parejas y en su propio hogar debe atenderse de raíz. México debe erradicar las formas nocivas del machismo, para adoptar conductas de máximo respeto hacia las mujeres. Sin ellas no hay progreso posible. Eso es algo que no sólo el presidente, sino que todos deberíamos tener más que claro.

D jshdgshd jsdgsgd shgdhsgdg shdghsgd perferem es eosapero cus eum esequo blabor a doluptam, eum velentu rehenis consequaspe pra audae. Opta core corunt.
Nonet quia nus pa nisimin et lat re nonsedi ssitat re ipsus, ut alit ommo doloribus, occupta tisiminvel ius eaquatem int ut voluptuscia quae cus mo lut.

*marcelotorresc




Más noticias


Contenido Patrocinado