Polarización y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

El fin de semana, durante un evento público, un reportero preguntó cuál sería la palabra que mejor describiría 2019, hubo varias propuestas, pero todas las que iban relacionadas con política lo único que hicieron fue dividir a los asistentes que acabaron por lanzarse acusaciones, algunas de tipo personal. No hubo acuerdo público, pero concluí que … Leer más

El fin de semana, durante un evento público, un reportero preguntó cuál sería la palabra que mejor describiría 2019, hubo varias propuestas, pero todas las que iban relacionadas con política lo único que hicieron fue dividir a los asistentes que acabaron por lanzarse acusaciones, algunas de tipo personal.

No hubo acuerdo público, pero concluí que ‘polarización’ es la palabra que mejor describe a México durante 2019.

Nunca habíamos tenido tanta facilidad para comunicarnos, ni los espacios públicos y privados para manifestar opiniones, lamentablemente más espacios no han generado mayor calidad en el debate.

Cada evento o frase, por absurda o menor que sea, puede ser el pretexto ideal para polarizar, para generar bandos furiosos capaces de redactar las peores bajezas con tal de abonarle a su causa.

No importa si los argumentos son reales o falsos, lo que importa es que nos acomoden, que respondan a las expectativas personales y satisfagan los sentimientos, las razones o realidades pueden esperar.

A lo largo del año vimos cientos de casos en los que por la mañana se defendía a capa y espada a la víctima, acusando a un gobierno o funcionario de lo peor, aquel que osara en dudar sobre la versión de la supuesta víctima era echado a la misma hoguera del supuesto culpable.

Si se descubría que el caso era una noticia falsa, o la supuesta víctima había mentido, con la misma ira y acoso se lanzaban con la otra víctima sin que dieran oportunidad siquiera de asimilar, si alguien mantenía la postura de creerle a la víctima le iba igual o peor.

Pareciera que lo importante no son las víctimas ni los culpables sino sacar el coraje y sumarse al cómodo anonimato e impunidad de la masa, todo tras del teléfono.

Y qué decir de la política, cada vez es más difícil ver, leer un debate que aporte al problema, lo que abunda son los lugares comunes de los bandos. Lejos de debates, tenemos duelo de porras.

Hace un año me referí a este fenómeno como la futbolización de la política, me equivoqué. Los futboleros tienen creencias más firmes y argumentos menos acomodaticios que los voceros de los movimientos políticos.

Bienvenida la diversidad y el debate, ¿aunque el costo sea la polarización?

Punto Final

Felices fiestas, que la paz y prosperidad llenen sus hogares.




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